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jueves, 6 de mayo de 2010
Jaime Sabines, Biografía
Jaime Sabines
(1926-1999)
Jaime Sabines, uno de los más grandes poemas mejicanos, nació en Tuxtla-Gutiérrez, estado de Chiapas, el 25 de marzo de 1926. Era el tercer hijo del Mayor Jaime Sabines y de Dª Luz. Su padre, el Mayor Sabines, aunque nacido en el Estado de Tabasco era de ascendencia libanesa y se había criado en el Líbano. De mayor emigró a Cuba y de allí pasó a Chiapas, donde adquirió un pequeño rancho, se casó y nacieron sus hijos. Más tarde vendió sus posesiones y se trasladaron a Ciudad de Méjico donde Jaime Sabines acabó la enseñanza primaria.
Apenas iniciada la secundaria, la familia regresa de nuevo a Chiapas, en concreto a Tapachula, donde hace el primer año de secundaria, para regresar de nuevo a Tuxtla Gutiérrez, donde continúa su preparación llevando una vida normal para un niño de su época. Sabines confiesa haber tenido una infancia tranquila y feliz, en permanente contacto con la naturaleza y al amparo de una familia muy unida.
El joven Sabines, alentado por el padre y con un concepto un tanto romántico de la vida, se va a la capital a estudiar medicina, pero abandona al tercer año convencido de no servir para la profesión y decide estudiar Lengua y Literatura Españolas, licenciándose en esta disciplina en 1949. Más tarde realizaría estudios de postgrado en la Universidad Autónoma de Méjico. Durante un tiempo reside en la Ciudad de Méjico, donde construye sus dos primeros poemarios, "Horal" (1950) y "La señal" (1951), pero en 1952 regresa a Chiapas para dedicarse a una actividad comercial totalmente alejada de sus aspiraciones literarias. Su oficio de tendero no le impide, sin embargo, seguir escribiendo algo en sus ratos libres, esfuerzo que plasma en su libro "Adán y Eva" (1952).
En 1953 contrae matrimonio con su novia de toda la vida, Josefa "Chepita" Rodríguez Zebadúa con la que tendrá cuatro hijos. Es por entonces cuando retoma la pluma con devoción para escribir la que será una de sus obras fundamentales y más conocidas, "Tarumba" (1956).
En 1959 regresa a la metrópoli para regentar un negocio de alimento para animales y seguir escribiendo. Ese mismo año recibe el premio Chiapas que le otorga su estado natal en reconocimiento a su creación poética. Ya por entonces trabaja en la elaboración de dos obras que publicará poco después: "Diario semanario y poemas en prosa" (1961) y "Poemas sueltos" (1962).
En 1964 obtiene una beca del Centro Mejicano de Escritores y al año siguiente forma parte del jurado del premio Casa de las Américas. Sabines ya es por entonces, aunque no muy prolífico, un escritor de prestigio que encandila a mucha gente, sobre todo a los jóvenes. En lo sucesivo y de forma bastante espaciada publica "Yuria" (1967), "Maltiempo" (1972), "Algo sobre la muerte del Mayor Sabines" (1973) y "Nuevo recuento de poemas" (1977).
En 1972 obtiene el premio Xavier Villaurrutia y a partir de 1976 hace una incursión en la política nacional, resultando elegido diputado federal por Chiapas, escaño que volvería a alcanzar en 1988 por el Distrito Federal. En 1982 obtiene el premio Elías Sourasky y en 1983 el premio Nacional de las Letras.
En el año 1989, Joan Manuel Serrat basó una de las canciones de su "Material sensible ("La lluna") en el poema original de Jaime Sabines titulado “La luna”:
La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y tambien alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y a las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.
En el año 1995 se publicó al inglés, en versión de W.S. Merwin, una recopilación de sus poemas bajo el título "Pieces of shadow: selected poems of Jaime Sabines".
Los últimos años de su vida fueron un calvario físico para el poeta, postrado en una silla de ruedas a causa de las múltiples operaciones sufridas en una pierna. En 1996, en Guadalajara, Sabines mantiene una dura pugna dialéctica e ideológica con algunos de sus amigos de toda la vida como Oscar Oliva, Eraclio Zepeda y Juan Bañuelos a los que acusa de ser manejados por líderes políticos que apoyaban al Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el conflicto armado de Chiapas, teniendo que sufrir a su vez, duras críticas de muchos detractores por su alineamiento con el partido gobernante PRI. Al final de su vida, es cuando toma conciencia de su papel intelectual y rompe con su anterior actividad política.
Su salud se deteriora progresivamente por la acción de un cáncer y fallece el 19 de marzo de 1999, a la edad de 72 años, en su casa ubicada en el Distrito Federal. Sus restos, por decisión propia y renunciando explícitamente a todo tipo de homenaje, descansan en la cripta familiar del Panteón Jardín de la Ciudad de Méjico.
Jaime Sabines es autor de una obra muy personal y nada artificiosa. Con un lenguaje coloquial, a veces irónico, se ha mostrado atento a la vida cotidiana, a la angustia, a la soledad y al dolor impuestos por su propia condición y por la vorágine que supone la forma de vida contemporánea. Sabines alza la voz para enviar un discurso profundo, áspero a veces, tierno y desolado otras. Un canto desesperado a la naturaleza, al fulgor del erotismo, a los grandes temas que nos preocupan como son el amor, la soledad y la muerte. También refleja la preocupación por una sociedad en crisis con unos seres incapaces de adaptarse a una realidad burguesa completamente hostil e insolidaria.
Sabines es el poeta de la realidad. Su poesía nace de la práctica cotidiana de la vida, de su relación cercana con lo inmediato, y es emotiva, vivencial y de fácil comprensión. De él escribió la revista mejicana "Poesía en movimiento", editada por Octavio Paz y José Emilio Pacheco:
"La poesía coloquial, vertida en lenguaje de todos los días, suspendida por una emoción amparada en el temor, encuentra en Sabines un convencido partidario. Al escepticismo descarnado aúna el horror de la muerte; al disfrute de ciertos momentos, opone la conciencia de la destrucción, y sosiega el brote de la esperanza con la imagen de la corrupción de la carne. Con tales elementos, ahogados en una angustia que de pronto puede resolverse en frases imprevistas, ha escrito páginas que sobresalen por la peculiar emoción con que han sido concebidas. De su palabra surge un mundo en descomposición hacia el cual tiende la mano para comprobar cómo el hombre desde que nace es un símbolo de lo que pronto acaba."
Quizás me ves,
tal vez, acaso un día,
en una lámpara apagada,
en un rincón del cuarto donde duermes,
soy la mancha, un punto en la pared, alguna raya
que tus ojos, sin ti, se quedan viendo.
Quizás me reconoces
como una hora antigua
cuando a solas preguntas, te interrogas
con el cuerpo cerrado y sin respuesta.
Soy una cicatriz que ya no existe,
un beso ya lavado por el tiempo,
un amor y otro amor que ya enterraste.
Pero estás en mis manos y me tienes
y en tus manos estoy, brasa, ceniza,
para secar tus lágrimas que lloro...
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