Cerca de mí tus ojos,
tu cintura de mimbre,
tu valor de quererme
y tu frágil anhelo
de brisas venideras.
Rotunda estás y eres
para mis labios curvos.
Cerca de mí tus venas
cantando como pájaros.
¡Qué delicada fuerza
me das cuando suspiras!
¡Qué multitud de naves
se alejan por tu frente
cuando en el aire piensas
melancólica y cierta!
¡Oh, tus pechos de novia,
circulares y prietos
como un canto campestre!
Cerca de mí pareces
un horizonte verde,
una esperanza tibia,
un dolor apagado.
Vienes y vas y vienes
para ser siempre nueva
realidad de la tarde
enervada en mis labios.
Vienes y vas y eres
la brisa que despierta
mi estambre. y mi silencio
cálido. Y mi sonrisa.
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