viernes, 29 de enero de 2010

Te quiero... , Luis Cernuda

Te quiero.

Te lo he dicho con el viento
jugueteando tal un animalillo en la arena
o iracundo como órgano tempestuoso;

te lo he dicho con el sol,
que dora desnudos cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes;

te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas;

te lo he dicho con las plantas,
leves caricias transparentes
que se cubren de rubor repentino;

te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela un fondo de sombra;
te lo he dicho con el miedo,

te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.
Pero así no me basta;
más allá de la vida
quiero decírtelo con la muerte,
más allá del amor
quiero decírtelo con el olvido.

Donde habite el olvido..., Luis Cernuda

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

Luis Cernuda, Biografía



Luis Cernuda

(Sevilla, 1904 - Ciudad de México, 1963) Poeta español, una de las figuras fundamentales de la Generación del 27. Su obra se inscribe dentro de una corriente que muchos han calificado de neorromántica, pues la sensibilidad, melancolía y dolor que destila su poesía se halla siempre dentro de unos límites de serena contención, a la manera de G. A. Bécquer, pero con características matizadas por una aguda actitud de la mente, rasgo esencial de la generación a la que perteneció.

Estudió derecho en su ciudad natal bajo la dirección de Pedro Salinas, de quien fue discípulo y quien orientó, asimismo, sus primeros pasos de poeta. De su inicial inclinación a la soledad y al nihilismo evolucionó hacia una actitud de íntima y acogedora espiritualidad. Así, los poemas "Atardecer en la catedral" y "La visita de Dios" señalan, según J.M. Valverde, "el término de la evolución de un ambiente español, desde un ideario exquisito y minoritario hasta una emoción a la vez religiosa y socialmente humana".

En diferentes momentos de su vida dio clases de español en la universidad de Toulouse, en Inglaterra y en Estados Unidos. Sus primeras obras marcan un itinerario que desembocó en una estrecha afinidad con los poetas surrealistas. Esta etapa, que dio comienzo con Perfil del aire (1927) y Égloga, elegía, oda (1928) logra su mayor expresión y madurez en Un río, un amor (1929) y Los placeres prohibidos (1931), libros en los que ya se muestra, en todo su esplendor, un Cernuda enamorado y rebelde, orgulloso de su diferencia.

En sus volúmenes siguientes arraigó con originalidad y dominio la tradición romántica europea: Donde habite el olvido (1934), Invocaciones (1935). Los títulos que aparecieron a partir de este momento, más los ya publicados, fueron engrosando su obra poética completa bajo el sugestivo rótulo de La realidad y el deseo (1936); en 1964 se publicó póstumamente la edición número cuarenta.



Cernuda, que tras la contienda civil española conoció el exilio del que jamás volvió, emprendió, bajo la influencia directa de la poesía anglosajona, un período en el que su obra poética se hace autobiografía y reflexión. Residente en Gran Bretaña, Estados Unidos y, por último, México, publicó sucesivamente, entre otros libros, Las nubes (1940), Como quien espera el alba (1947), Vivir sin estar viviendo (1949), Con las horas contadas (1956) y Desolación de la Quimera (1962).

La obra del autor ha sido objeto de numerosos estudios en muchos países. Tal vez quien más y mejor se haya aproximado a su sentido más genuino y profundo sea el mexicano Octavio Paz, que en un breve ensayo dedicado a su figura, escribe sobre el sentido de la palabra deseo en los trabajos del poeta: "Con cierta pereza se tiende a ver en los poemas de Cernuda meras variaciones de un viejo lugar común: la realidad acaba por destruir al deseo, nuestra vida es una continua oscilación entre privación y saciedad. A mí me parece que, además, dicen otra cosa, más cierta y terrible: si el deseo es real, la realidad es irreal. El deseo vuelve real lo imaginario, irreal la realidad".

Pero además de poeta, Cernuda fue también un excelente prosista. Toda su obra recopilada tras su muerte por los estudiosos Derek Harris y Luis Maristany, se puede encontrar en el volumen Prosa completa (1975), en el que, entre otros títulos, aparecen Variaciones sobre tema mexicano (1952), Ocnos (1942) y Estudios sobre poesía española contemporánea (1953).

La barca milagrosa, Delmira Agustini

Preparadme una barca como un gran pensamiento...
La llamarán "La Sombra" unos, otros "La Estrella".
No ha de estar al capricho de una mano ó de un viento:
Yo la quiero consciente, indominable y bella!

La moverá el gran ritmo de un corazón sangriento
De vida sobrehumana; he de sentirme en ella
Fuerte como en los brazos de Dios! En todo viento,
En todo mar templadme su prora de centella!

La cargaré de toda mi tristeza, y, sin rumbo,
Iré como la rota corola de un nelumbo
Por sobre el horizonte líquido de la mar...

Barca, alma hermana; hacia qué tierras nunca vistas,
De hondas revelaciones, de cosas imprevistas
Iremos?... Yo ya muero de vivir y soñar...

De "Elegías dulces"

jueves, 28 de enero de 2010

Tu amor, Delmira Agustini

Tu amor, esclavo, es como un sol muy fuerte:
jardinero de oro de la vida,
jardinero de fuego de la muerte,
en el carmen fecundo de mi vida.

Pico de cuervo con olor de rosas,
aguijón enmelado de delicias
tu lengua es. Tus manos misteriosas
son garras enguantadas de caricias.

Tus ojos son mis medianoches crueles,
panales negros de malditas mieles
que se desangran en mi acerbidad;

crisálida de un vuelo del futuro,
es tu abrazo magnífico y oscuro
torre embrujada de mi soledad.

Explosión, Delmira Agustini

¡Si la vida es amor, bendita sea!
Quiero más vida para amar! Hoy siento
que no valen mil años de la idea
lo que un minuto azul de sentimiento.

Mi corazón moría triste y lento...
Hoy abre en luz como una flor febea.
¡La vida brota como un mar violento
donde la mano del amor golpea!

Hoy partió hacia la noche, triste, fría...
rotas las alas, mi melancolía;
como una vieja mancha de dolor

en la sombra lejana se deslíe...
¡Mi vida toda canta, besa, ríe!
¡Mi vida toda es una boca en flor!

El intruso, Delmira Agustini

Amor, la noche estaba trágica y sollozante
cuando tu llave de oro cantó en mi cerradura;
luego, la puerta abierta sobre la sombra helante,
tu forma fue una mancha de luz y de blancura.

Todo aquí lo alumbraron tus ojos de diamante;
bebieron en mi copa tus labios de frescura;
y descansó en mi almohada tu cabeza fragante;
me encantó tu descaro y adoré tu locura.

¡Y hoy río si tú ríes, y canto si tú cantas;
y si duermes, duermo como un perro a tus plantas!
¡Hoy llevo hasta en mi sombra tu olor de primavera;

y tiemblo si tu mano toca la cerradura;
y bendigo la noche sollozante y oscura
que floreció en mi vida tu boca tempranera!

Desde lejos, Delmira Agustini

En el silencio siento pasar hora tras hora
como un cortejo lento, acompasado y frío
¡Ah, cuando tú estás lejos de mi alma todo llora,
y al rumor de tus pasos hasta en sueños sonrío!

Yo sé que volverás, que brillará otra aurora
en mi horizonte grave como un sueño sombrío;
revivirá en mis bosques tu gran risa sonora
que los cruzaba alegre como el cristal de un río.

Un día, al encontrarnos tristes en el camino
yo puse entre tus manos mi pálido destino.
¡Y nada más hermoso jamás han de ofrecerte!

Mi alma es, frente a tu alma, como el mar frente al cielo:
pasarán entre ellas, cual la sombra de un vuelo,
la Tormenta y el Tiempo y la Vida y la Muerte!

Amor, Delmira Agustini

Lo soñé impetuoso, formidable y ardiente;
hablaba el impreciso lenguaje del torrente;
era un mar desbordado de locura y de fuego,
rodando por la vida como un eterno riego.

Luego soñélo triste, como un gran sol poniente
que dobla ante la noche la cabeza de fuego;
después rió, y en su boca tan tierna como un ruego,
soñaba sus cristales el alma de la fuente.

Y hoy sueño que es vibrante y suave y riente y triste,
que todas las tinieblas y todo el iris viste,
que, frágil como un ídolo y eterno como Dios,

sobre la vida toda su majestad levanta:
y el beso cae ardiendo a perfumar su planta
en una flor de fuego deshojada por dos....

El Vampiro, Delmira Agustini

En el regazo de la tarde triste
Yo invoqué tu dolor...Sentirlo era
¡Sentirte el corazón! Palideciste
Hasta la voz, tus párpados de cera

Bajaron... y callaste... Pareciste
Oír pasar la Muerte... Yo que abriera
Tu herida mordí en ella —¿me sentiste?—
¡Como en el oro de un panal mordiera!

Y exprimí más, traidora, dulcemente
Tu corazón herido mortalmente,
Por la cruel daga y exquisita

De un mal sin nombre, ¡hasta sangrarlo en llanto!
Y las mil bocas de mi sed maldita
Tendí a esa fente abierta en tu quebranto.

............................................................................

¿Por qué fui tu vampiro de amargura?
¿Soy flor o estirpe de una especie oscura
Que come llagas y que bebe el llanto?

Delmira Agustini, Biografía


DELMIRA AGUSTINI

(1886-1914)

Delmira Agustini fue la más destacada poetisa del Modernismo. Exuberante prestigio para cualquier escritora. Pero no para la crítica de Rubén Darío. El gran maestro la elevó hasta la cúspide de la literatura española. La comparó con Santa Teresa. En Pórtico, Darío la proclama como la única, desde la Santa, en expresarse como mujer.

Agustini, con el apoyo de su compatriota María Eugenia Vaz Ferreira, abrió las puertas a la poesía femenina. Cierto que tenemos el orgullo de tener sobre pedestales bien merecidos a varias notables escritoras que deleitaron nuestra literatura antes que ella. Pero esta joven uruguaya ignoró las barreras y narró sus sentimientos tal y como los sentía. Inadvertidamente - ¿quizás? - logrando lo imposible, la igualdad del género sin competir con el sexo opuesto.

Fascinación causó en sus lectores, entre los cuales se encontraban los más notables escritores en boga. A pesar de su extremado erotismo no existe una sola desfachatez ni vulgaridad en sus obras. Su forma y expresión poética es considerada a la par con la de los más distinguidos modernistas, los cuales se esforzaban al máximo por alcanzar la perfección. La musicalidad de sus versos también es obra de admiración. Y con respecto a la espiritualidad en la sensualidad, bueno, ahí Agustini se encuentra muy aventajada en una clase por sí sola.

Estudios de sus cuadernos prueban el esmero que desarrollaba en la purificación de sus obras. Su diversificación y proliferación también son destacables. Razones por las cuales han habido muchos entendidos en la materia quienes han afirmado que si hubiera tenido la oportunidad de madurar su talento unos escasos años más, hubiese matizado los ensueños de los ángeles.

La Personalidad de Delmira

Hay muchos estudiantes de Delmira Agustini que aseguran una doble personalidad. Algunos aclaman que tenía tres. Otros han llegado a la conclusión que durante la redacción de sus composiciones era poseída por algún ser del más allá. Definitivamente se comportaba muy diferente a los sentimientos que desbordaba sobre el papel.
Ofelia Machado, en su formidable estudio publicado en 1944, realizó ciertas entrevistas con personas que tuvieron la dicha de haber tratado con la poetisa. Machado nos relata que todas aquellas personas coincidían en describirla como un modelo ejemplar de la conducta correcta. Seria y a la vez muy amable, respetuosa siendo atenta y cordial, honrada sin ser avariciosa, simpática pero no burlona. Hacia su madre era sumo su respeto y su cariño, dijeron muchos que era tal la obediencia que llegaba al punto de demostrar cierta sumisión.
Con respecto a sus relaciones amorosas, sólo se le conocen dos ocasiones donde definitivamente Cupido acertó sus flechas doradas. La primera terminando antes de empezar. De la cual la poetisa quedo emocionalmente desbastada. Y la segunda con el hombre que sería el amor de su vida y su muerte, Enrique Job Reyes. Con él fue al altar después de un noviazgo de varios años. Terminando ella la unión matrimonial a los veintiún días. Pero no la relación amorosa. El divorcio se desarrollaba en las cortes mientras la pareja continuaba como amantes en citas a escondidas.
Quizás Delmira haya sido la mujer más cerebral, y sin duda espiritual, en describir las cosas del amor físico. Sin embargo, basándonos en los estudios de varios autores de gran talento y cierta relación con Agustini, es muy posible que Reyes haya sido el único hombre en su vida. No fue por falta de pretendientes, dicen que además de ser muy bonita y tiposa demostraba una gracia en su porte que deslumbraba a los hombres. Y eso es sin tocar el tema de la elocuencia o la narración. El Uruguay, mucho antes del resto del mundo, ya aceptaba el divorcio y el respeto hacia la mujer como persona. Y la familia, a pesar de ser conservadora, era adoración lo que tenían con 'La Nena'. No existía nada externo a su persona que le impidiera actuar de la forma que ella quisiera.
Durante el tiempo que duro el divorcio, como ya mencionamos, se siguió viendo con su ex-esposo. También demostró una pasión mucho más avanzada en sus cartas personales y algunos de sus poemas, con cierto descontrol pero no vulgaridad y mucho menos desfachatez. Se le notó un recelo, no común antes de su matrimonio, hacia su correspondencia que era toda su vida privada. Aun así, no se ha confirmado ninguna cita indiscreta excepto a las que acudía con Reyes. Estamos seguros que si hubiera sucedido, la prensa lo hubiera encontrado y divulgado.
Dicen que redactaba de noche, a la luz de una vela. O en el parque, al que gustaba ir de paseo. Según los comentarios del hermano, que Machado nos proporciona, también cuando tocaba el piano. Era común verla parar de tocar para escribir apresurada un verso o un poema entero. En 'El Rosario de Eros' el editor hace un recuento, aparentemente dictado por la familia, de la vida de Delmira. Es cierto que se nota un poco propenso a la exageración sentimental, pero si leemos entre las líneas, podremos captar muchos datos de la personalidad de la poetisa. Tal recuento se titula RUMBO.

Las Obras Literarias



Durante su vida, Delmira Agustini publicó algunas de sus poesías en revistas. La mayor parte de estas composiciones fueron redactadas en español con un pequeño pero significante repertorio en francés. Reunió varias de aquellas en español y añadió otras, creando los tres poemarios que vio realizar. Esto libros fueron:

El Libro Blanco (Frágil) 1907

Cantos de la Mañana 1910

Los Cálices Vacíos (Poesías) 1913

Después de su fallecimiento, el señor Maximino García, en colaboración con la familia de Delmira, preparó dos tomos de composiciones completas. En estos poemarios se recogieron muchas de las obras publicadas y otras que habían permanecido inéditas hasta entonces. Acción que causo cierta polémica. Ha pesar que apoyamos el criterio de respetar las publicaciones como las publicó la poetisa, recomendamos estos dos tomos por su actualización del idioma.

El Rosario de Eros 1924

Los Astros del Abismo 1924

Con el transcurrir de los años han surgido descubrimientos de obras que nunca se publicaron en los cinco libros ya mencionados. Algunas de estas composiciones las presentamos en la sección de otras composiciones en este estudio.

Muchas otras obras póstumas de variada exposición y profundidad han aparecido en años posteriores. Entre las de mayor significado y dignas de ser hojeadas por los futuros estudiantes de Delmira Agustini encontramos: Delmira Agustini por Ofelia Machado Bonet de Benvenuto. 1944.



La Vida de Delmira Agustini

La vida de Delmira Agustini se desarrolló dentro de un ambiente familiar destacado por excesivos mimos y adulaciones. La niña de la casa en una familia emocional, funcional y estable. Un caso típico en muchos hogares. Con la peculiaridad, y terrible dicha, que la niña era superdotada en cuestiones de la lírica, los pensamientos y las emociones. Y la insuperable desgracia de un presagio donde el destino le reservaba un encuentro trágico y fatal.

Nacida en Montevideo, ciudad capital de un país relativamente pequeño y algo conservador. Un país de excesivo respeto al prójimo en lo personal y a los derechos de las mujeres en lo general. Tal y como es hoy en este respecto, era entonces. De una madre de procedencia argentina, quien se enorgullecía en ser el horcón familiar y en no recatar en la adoración hacia su hija. Mientras que el padre se ocupaba de mantener la familia en una posición desahogada, sin complaserce con el segundo lugar en la idolatría hacia la niña. Debe de haber sido algo difícil para el hermano mayor por cinco años y otro único hijo del matrimonio.

La educación que recibió Delmira fue un poco diferente a la que reciben la mayoría de los niños en nuestros tiempos. No creemos que era la típica en su época tampoco, ya que esto hizo efecto de sorpresa entre sus contemporáneos. Y también sabemos que desde antes de aquellos tiempos Montevideo ha ofrecido buenos centros de educación. La madre le proveyó las enseñanzas básicas en su propia casa. El padre instruyéndola en la música y la pintura. Después de los diez años recibió clases privadas fuera de su casa. Estas instrucciones fueron en francés, pintura y música, materias que dominaría llegando a un nivel bastante avanzado.

No se puede decir que vivió en una urna de cristal. Delmira tenía algunas amigas, muchachas más o menos de su edad. Mantenía amistad personal con la escritora María Eugenia Vaz Ferreira, poetisa de un talento similar pero de forma diferente. También mantenía correspondencia con muchos de los escritores de la época.

A los veintidós años conoció a Enrique Job Reyes. En contra de los deseos de su madre se hicieron novios. Relación que duro unos cinco años terminando en matrimonio. Pero el matrimonio no fue tan afortunado. A los veintiún días Delmira retorno a la casa de sus padres. "No soportaba tanta vulgaridad". Comenzando ella los tramites del devorcio poco después y siendo firmado seis meses más tarde. Lo que es un poco difícil de comprender es que la pareja continuaba como amantes a escondidas durante todo este proceso.

Una tarde, en una de las citas con su ex-esposo, sucedió la tragedia. Reyes le disparó dos veces, falleciendo ella al instante. Acto seguido él se disparo, muriendo dos horas más tarde en el hospital. Y nacieron los rumores. La presa acudió al lugar de los hechos, sin escrúpulos ni decoro, tomando y publicando fotos indebidas. Se sabe lo que pasó, y se sabe algo de como fue, pero nadie ha sido capaz de relatar el ¿ por qué ?.

martes, 26 de enero de 2010

amame ahora, ahora que hay tiempo...gian franco pagliaro

Me gustaria, gian franco pagliaro

Te quiero hasta morir-Gian franco Pagliaro

Las Cartas De Amor, Gian Franco Pagliaro

RAMITOS DE VIOLETAS...GIAN FRANCO PAGLIARO

Versos Para Ti, Gian Franco Pagliaro

Gian Franco Pagliaro, Biografía


Gian Franco Pagliaro, nació en la bella ciudad de Nápoles, Italia, el 26 de julio de 1941, considerado como un brillante poeta, un excelso declamador, un romántico compositor y un extraordinario cantante. Comenzó como cantante, oficio muy reñido en esa época así que en 1956 empacó sus maletas y viajó a Buenos Aires, Argentina, tenía apenas 15 años de edad. Allí pronto Gian Franco se hizo conocer por su talento, poseedor de una voz de barítono y un delicioso sabor napolitano rápidamente escalo los peldaños de la fama, Así que podemos decir que es un italiano con corazón argentino. En 1970 gano el festival de la canción de Buenos Aires con “Las cosas que me alejan de ti”, interpretada magistralmente por el cantante venezolano Héctor Cabrera, el bien llamado “Poeta de la canción”.

Ha musicalizado los poemas de Martí, Rubén Darío y Neruda. Según sus declaraciones, tiene varias colecciones, entre ellas de “Afectos”, recuerdos, emociones, palabras en desuso, canciones olvidadas; y también la manía de abrirles las jaulas a los pájaros; cortar alambrados, saltar paredes, y escribir en los muros. En una entrevista concedida a U. G. Mauro del Diario La Capital, esto fue, palabras menos palabras más, su resultado “El Tano, (como al parecer cariñosamente se le decía) llegó a la Argentina a los 14 años, había nacido en la ciudad de Nápoles un 26 de julio. Aquí, en Argentina, inició su carrera de canta autor. Gian Franco Pagliaro, un artista extraordinario, con el don de capturar las palabras y juntarlas de manera tal que tengan vuelo propio para expresar pensamientos profundos que reflejan el sentir de muchas personas y de transmitir con una sensibilidad desbordante, historias de amor, testimoniales o simplemente cosas de la vida.

Lo que muchos han sentido, él lo hace canción y lo puede transmitir de una forma muy especial. Su repertorio nos exhibe canciones inolvidables como “Todos los barcos, todos los pajaros”, “Yo no te nombro”, “Amigos míos me enamoré” y “El extranjero”. Con su voz de barítono logra transmitir calidez, ternura, franqueza, sinceridad. Las canciones de Gian Franco hablan sobre la amistad, el amor, la política, la vida en su cotidianeidad y todo cuanto lo rodea es fuente de inspiración. En todo momento contó con la fidelidad de su público, aunque la noche más triste de la historia argentina, la que iniciara el 24 de marzo 1976, haya intentado cubrirlo de sombra incluyéndolo en la “Nómina de personas vinculadas al ámbito cultural con antecedentes ideológicos desfavorables” de la Operación Claridad. Podríamos llenar páginas hablando de la trayectoria de Gian Franco, no es nuestra intención, porque el Tano no es sólo “trayectoria”. El Tano no es pasado.

El Tano tiene un presente brillante en el cual está intacta su calidad y todas sus cualidades. Tuvimos el privilegio de compartir el show que diera en la ciudad entrerriana de Villaguay con motivo de 180 aniversarios de la ciudad donde miles de personas se emocionaron con su visita después de 27 años. Aquí les dejamos uno de los último reportajes (8/11/2003) (Hacemos énfasis sobre que se encontraran contradicciones de fechas) Gentileza del diario La Capital, de Rosario, horas antes del show “Confesiones de un ex” que brindaría en el Teatro Brodway. U. G. Mauro / La Capita “Confesiones de un ex” se titula el recital que Gian Franco Pagliaro ofrecerá esta noche, a partir de las 21, en el teatro Broadway, San Lorenzo 1223. Verborrágico, con un humor amargo e irónico y un lenguaje sin eufemismos, el cantante italiano dialogó con La Capital sobre las características del show.

También criticó a los ciclos de TV dedicados a buscar nuevas figuras e hizo referencia a la relación que guarda con su patria. “Esta es una historia cantada de lo que pasó aquí, porque conviven canciones de amor, de denuncia, irónicas, de protesta. Cada canción lleva a la gente a un tiempo o a un hecho de su vida. Uno asocia una historia personal con una canción de amor y cuando canto «Hasta siempre», la guajira sobre el Che, se asocia con una época. Además canto las canciones italianas de los 60 que también forman parte de la historia y la memoria de los argentinos”, expresó el intérprete que popularizó baladas como “Todos los barcos” y “Las cosas que me alejan de ti”. -¿Por qué el espectáculo se titula “Confesiones de un ex”? -

Porque con el tiempo uno llega a ser un ex en varias cosas, ex padre de la hija, el cantante que cantaba canciones de protesta, el cantante que cantaba…, etcétera. -¿Cuál es el ex que se le quedó más pegado? -No queda nada y al mismo tiempo queda uno mismo con todos los ex encima, una síntesis de todo, que sobrevive a pesar de todo, en un país que no tiene memoria y donde hay que rendir veinte exámenes todos los días… Uno es la suma de todo lo que pasó aquí. -¿Por qué desapareció de la escena musical? -Porque este es un país de compartimientos estancos.

No es que yo no hice nada. Hay zonas que frecuento mucho, aunque es cierto que a Rosario hace muchos años que no voy. Lo que pasa es que no existen espacios donde mostrar lo que uno hace. -¿A qué lo atribuye? -Lo que se hace en el interior no repercute ni en el pueblo de al lado de donde uno actúa y menos en la Capital Federal, y para mostrar aquí lo que se logra en el exterior hay que ir a los programas con los recortes de los diarios extranjeros como si uno recién empezara. Yo ya llevo 35 años en esto. -¿Qué responsabilidad tiene la TV en todo esto? -La televisión no tiene espacios para lo nuestro porque es un medio escandaloso y amarillento en el que si no tenés un padre travesti, un hijo drogadicto o un pariente chorro no tenés lugar.

Todo lo que proponés es aburrido. ¿A quién carajo le interesa un tipo que compone canciones, escribe, cree en la palabra o en la música? Eso no interesa a nadie, pero si me acuesto con Silvia Suller y no lo digo, ella va a la TV, lo cuenta y así tengo mi cuota de publicidad. Y si dice que la tengo corta o larga, también. -¿No rescatás nada?, ¿no hubo momentos mejores? -Antes había algún espacio. Ahora terminamos añorando eso que también criticábamos, porque hoy los espacios musicales en TV se abren a chicos paracaidistas como los de “Operación Triunfo”. Juntan a 12.000 chicos; después eligen a 6, 7, 12 apóstoles… Ahí, ese invento de los coach los peinan, los empujan, les aprietan el pecho para que saquen no se qué cosa de adentro, les piden que canten bajo el agua y los martirizan.

Es todo una locura. -¿Solamente sirve empezar de abajo? -No sé. Yo empecé cantando lo mío y todos los cantantes de mi generación tenían alguna propuesta: Favio, Sandro, Piero, Denis… cada uno en lo suyo con sus limitaciones o logros, pero hoy veo a estos chicos que van allí, con la intención de ser famosos y cogerse una mina en 5 minutos y nada más. Los únicos que ganan con esto son los que les dicen a los chicos “peinate así”, “cantá en la onda de Luis Miguel o Cristian Castro”. Ninguno de estos chicos sabe qué pasó hace 2 años. Uno les habla de la Triple A y no saben a qué se refiere, mientras los demás artistas estamos descalificados, marginados, prohibidos, olvidados.

El único espacio que queda es ir a cantar a lo de Mirtha Legrand, después de una mala digestión y para 4 ó 5 personas… -¿Cómo es hoy su relación con Italia y en particular con la música de su país? -En lo personal tengo un hermano viviendo en Nápoles, mi ciudad natal y cada dos años viajo para allá, con mi condición de italiano que habla como un porteño. Allá grabé hace poco un disco de canzonetta. Aquí con la música italiana hay algo relacionado con la nostalgia por lo que pareciera que la producción musical italiana se terminó en 1970-¿Es sólo nostalgia lo que impide conocer lo nuevo de esa música? -No. Creo que también se debe a que “Terminator” pisó fuerte aquí y en todas partes.

En Argentina se terminó el cine o la canción italiana. Antes Vittorio Gassman o Marcello Mastroianni parecían artistas locales, mientras que hoy sería imposible vender aquí la música de Antonello Venditti, Francesco De Gregoris, Paolo Conte… Apenas si circula lo de Eros Ramazzotti o Laura Pausini, por ser más comercial. Además, la compañías están con las Bandanas, Los Pibes Chorros…

-¿Cómo es un show suyo? -Trabajo con un trío y siempre apuesto a la intimidad. No corro sobre el escenario, no me saco la ropa, no me tiro sobre gente… No soy Luís Miguel. Al contrario, Luís Miguel y Ricky Martin me estropearon la vida, porque cuando aparecieron me dije “¿qué cosas voy a hacer ahora? Ellos son lindos y cantan más o menos bien y yo tengo 58 años… Todos te joroban la vida… uno viene con el ego mejorado y aparecen tipos así y te lo hacen trisas”. Fuente: Más o menos copiado textualmente: http://www.muevamueva.com/masmusica/cantaautores/gianfranco/ y http://www.desdelalma.net/indice/pagliaro.html

Oración , Juan Gelman

Habítame, penétrame.
Sea tu sangre una con mi sangre.
Tu boca entre a mi boca.
Tu corazón agrande el mío hasta estallar.
Desgárrame.
Caigas entera en mis entrañas.
Anden tus manos en mis manos.
Tus pies caminen en mis pies, tus pies.
Árdeme, árdeme.
Cólmeme tu dulzura.
Báñeme tu saliva el paladar.
Estés en mí como está la madera en el palito.
Que ya no puedo así, con esta sed
quemándome.

Con esta sed quemándome.

La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.

jueves, 21 de enero de 2010

Subjetividad del Tiempo - Voz de Julio Cortazar

Rayuela capítulo 7 (voz de Julio Cortázar). His voice.

No me des tregua, no me perdones nunca..., Julio Cortazar

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre,
que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil,
no seas caricia ni guante;
tálame como un sílex, desespérame.

Una carta de amor, Julio Cortazar

Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,

como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,

todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.

Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,

y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.

A una mujer, Julio Cortazar

No hay que llorar porque las plantas crecen en tu balcón,
no hay que estar triste
si una vez más la rubia carrera de las nubes te reitera lo inmóvil,
ese permanecer en tanta fuga. Porque la nube estará ahí,
constante en su inconstancia cuando tú, cuando yo
-pero por qué nombrar el polvo y la ceniza.
Sí, nos equivocábamos creyendo que el paso por el día
era lo efímero, el agua que resbala por las hojas hasta hundirse en la tierra.

Sólo dura la efímero, esa estúpida planta que ignora la tortuga,
esa blanda tortuga que tantea en la eternidad con ojos huecos,
y el sonido sin música, la palabra sin canto, la cópula sin grito de agonía,
las torres del maíz, los ciegos montes.
Nosotros, maniatados a una conciencia que es el tiempo,
no nos movemos del terror y la delicia,
y sus verdugos delicadamente nos arrancan los párpados
para dejarnos ver sin tregua cómo crecen las plantas del balcón,
cómo corren las nubes al futuro.

¿Qué quiere decir esto? Nada, una taza de té.
No hay drama en el murmullo, y tú eres la silueta de papel
que las tijeras van salvando de lo informe: oh vanidad de creer
que se nace o se muere,
cuando lo único real es el hueco que queda en el papel,
el golem que nos sigue sollozando en sueños y en olvido.

El breve amor, Julio Cortazar

Con qué tersa dulzura
me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,

me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en el espacio, en vilo, hasta que el beso
se posa curvo y recurrente,

para que a fuego lento empiece
la danza cadenciosa de la hoguera
tejiéndose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo...

¿Por qué, después,
lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre las cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos?

Poema, Julio Cortazar

Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco
con ese pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.

Poema 2, Julio Cortazar

Empapado de abejas
en el viento asediado de vacío
vivo como una rama,
y en medio de enemigos sonrientes
mis manos tejen la leyenda,
crean el mundo espléndido,
esa vela tendida.

martes, 19 de enero de 2010

Julio Cortazar, Biografía


1914- Nace Julio Florencio Cortázar, hijo de Julio Cortázar y María Herminia Scott. "Mi nacimiento (enBruselas ) fue un producto del turismo y la diplomacia", explicaría jocosamente años después. Bruselas se hallaba bajo dominación alemana.
1916- La familia Cortázar se instala en Suiza, donde aguarda el fin de la Primera Guerra Mundial.

1918 - Regreso a la Argentina. La familia se instala en Bánfield, un suburbio de Buenos Aires. El padre (de quien Julio no quiso nunca saber nada, abandona a su mujer y a sus dos hijos. Julio se cría con su madre, una tía, su abuela y su hermana Ofelia, un año menor que él). "Nunca hizo nada por nosotros", dirá de su padre. Enfermedades frecuentes, brazos rotos, asma, primeros amores. El cuento Los venenos tiene rasgos autobiográficos.

1923- Primeros ejercicios literarios. "Mi primera novela la terminé a los nueve años", dirá. También escribe poemas. La familia sospecha que son plagiados, lo cual produce en el joven Cortázar una gran desazón.

1928- Cursa estudios en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta (cuya atmósfera recreará en el cuento La escuela de noche), a la que califica de "pésima, una de las peores escuelas imaginables". Rescata el nombre de dos profesores: Arturo Marasso y Vicente Fattone.

1932- Obtiene el título de Maestro Normal, que lo habilita para ejercer el magistrerio. Ese mismo año intenta sin éxito viajar a Europa en un buque de carga, con un grupo de amigos (fracaso que podemos encontrar explicitado en Lugar llamado Kindberg). "Buenos Aires era una especie de castigo. Vivir allí era estar encarcelado" declara años más tarde en una entrevista concedida a Luis Harss.

1932- En una librería de Buenos Aires descubre el libro Opio, de Jean Cocteau, cuya lectura cambia "por completo" su visión de la literatura y le ayuda a descubrir el surrealismo.

1935- Obtiene el título de Profesor Normal en Letras e ingresa en la Facultad de Filosofía y letras. Aprueba el primer año, pero como en su casa "había muy poco dinero y yo quería ayudar a mi madre", abandona los estudios para iniciarse en el profesorado.

1937- Es designado profesor en el Colegio Nacional de una pequeña ciudad de la provincia de Buenos Aires, Bolívar. Lee infatigablemente y escribe cuentos que no publica.

1938- Publica su primera colección de poemas, Presencia con el seudónimo de Julio Denis. De ellos dirá, que eran unos sonetos "muy mallarmeanos" y que el libro fue "felizmente" olvidado.

1939- En julio de ese año fue trasladado a la Escuela Normal de Chivilcoy.

1941- Con el seudónimo Julio Denis publica un artículo sobre Rimbaud en la revista Huella, que junto con la revista Canto fueron importantes vehículos de expresión para los jóvenes escritores.

1944- Se traslada a Cuyo, Mendoza, y en su Universidad imparte cursos de Literatura Francesa. Publica su primer cuento, Bruja, en la revista Correo Literario. Participa en manifestaciones de oposición al peronismo.

1945- Cuando Juan Domingo Perón gana las elecciones presidenciales presenta su renuncia. "Preferí renunciar a mis cátedras antes de verme obligado a 'sacarme el saco' como les pasó a tantos colegas que optaron por seguir en sus puestos". Reúne un primer volumen de cuentos, La otra orilla. Regresa a Buenos Aires, donde comienza a trabajar en la Cámara Argentina del Libro.

1946- Publica el cuento Casa tomada en la revista Los ananes de Buenos Aires, dirigida por Jorge Luis Borges. Ese mismo año publica un trabajo sobre el poeta inglés John Keats, La urna griega en la poesía de John Keats en la Revista de Estudios Clásicos de la Universidad de Cuyo.

1947- Colabora en varias revistas, Realidad, entre otras. Publica un importante trabajo teórico, Teoría del Túnel.

1948- Obtiene el título de traductor público de inglés y francés, tras cursar en apenas nueve meses estudios que normalmente insumen tres años. El esfuerzo le provoca síntomas neuróticos, uno de los cuales (la búsqueda de cucarachas en la comida) desaparece con la escritura de un cuento, Circe, que junto con Casa Tomada y Bestiario (aparecidos en Los anales de Buenos Aires) será incluído más adelante en Bestiario.

1949- Publica el poema dramático Los Reyes, ignorado por la crítica. Durante el verano escribe una primera novela, Divertimento, que de alguna manera anticipa Rayuela. Divertimento será publicada postumamente en 1986.

1950- Escribe otra novela, El examen, rechazada por el asesor literario de Losada, Guillermo de Torre. Cortázar la presentará a un concurso convocado por la misma editorial, sin éxito. Esta novela también será editada tras la muerte del escritor, en 1986.

1951- Publica su primer libro de cuentos Bestiario, en la editorial Sudamericana, donde ya figuran algunas de sus obras maestras en el género. Pero el libro - salvo para un puñado de lectores - pasa inadvertido. Obtiene una beca del gobierno francés y viaja a París, con la fime intención de establecerse allí. Comienza a trabajar como escritor en la UNESCO.

1953- Se casa con Aurora Bernárdez.

1954- Viaja a Montevideo, durante el año en que la UNESCO realiza allí su conferencia general, en calidad de traductor y revisor. Se aloja en el Hotel Cervantes (ya frecuentado por Jorge Luis Borges), donde transcurre su cuento La puerta condenada . Anda por la ciudad, visita el barrio del Cerro, en el que ubicará a La Maga.
Continúa trabajando como traductor independiente de la UNESCO.
Sigue escribiendo lo que luego serán las Historias de cronopios y de famas, que había iniciado en el año 1951: "Una noche, escuchando un concierto en el Thèatre des Champs Elysées, tuve bruscamente la noción de unos personajes que se llamarían cronopios", explicó años después.
Viaja a Italia, donde empieza a traducir los cuentos de Edgar Allan Poe.

1956- En México (Ed. Los Presentes) publica el libro de cuentos Final del juego, en el que aparece el cuento Los venenos , al que Cortázar considera "autobiográfico". También lo es el que da título al volumen. Asimismo publica la traducción de Obras en prosa de Poe en la Universidad de Puerto Rico.

1959- Publica Las armas secretas (Ed, Sudamericana), que incluye el cuento largo El perseguidor. Este cuento supone un sesgo en la narrativa de Cortázar. "Fue una iluminación. Terminé de leer ese artículo (que anunciaba la muerte de Charlie Parker) y al otro día o ese mismo día, no me acuerdo, empecé a escribir el cuento. Porque de inmediato sentí que el personaje era él (...) era lo que yo había estado buscando". Cortázar dice que allí aborda "un problema de tipo existencial, de tipo humano, que luego se ampliará en Los Premios y sobre todo en Rayuela (Los nuestros, Luis Harss)

1960- Viaja a Estados Unidos (Washington y Nueva York) y publica (Ed. Sudamericana) la novela Los Premios, escrita durante esa larga travesía en barco "...para entretenerme".

1961- Realiza su primer visita a Cuba, donde tomará conciencia de "el gran vacío político que había en mí, mi inutilidad política. Desde ese día traté de documentarne, traté de entender, de leer". Ese mismo año la editorial Fayard publica Los Premios, primera traducción de una obra de Cortázar.

1962- Publica Historias de cronopios y de famas, en la editorial Minotauro, de Buenos Aires.

1963- Publica Rayuela (Ed. Sudamericana), de la que se vendieron 5.000 ejemplares en el primer año. "Escribía largos pasajes de Rayuela sin tener la menor idea de dónde se iban a ubicar y a qué respondían en el fondo (...) Fue una especie de inventar en el mismo momento de escribir, sin adelantarme nunca a lo que yo podía ver en ese momento", dirá. (La fascinación de las palabras). Ese mismo año participa como jurado en el Premio Casa de las Américas, en La Habana.

1965- La editorial Pantheon de Nueva York publica la traducción inglesa de Los Premios y Luchterhand, Berlín, Geschichten der Cronopien und Famen.

1966- Publica el libro de cuentos Todos los fuegos el fuego (Sudamericana, Buenos Aires). En Nueva York, Pantheon publica la traducción al inglés de Rayuela y Gallimard la traducción francesa, de Laure Guille-Bataillon.

1967- Aparece La vuelta al día en ochenta mundos, un volumen que reúne cuentos, crónicas, ensayos y poemas, con una diagramación extremadamente original concebida en gran parte por Julio Silva. El libro, según Cortázar, fue imaginado como un homenaje a Julio Verne "pero de una manera muy indirecta".

1968-Publica en Buenos Aires (Ed. Sudamericana) la novela 62, Modelo para armar. la novela provoca un cierto desconcierto en la crítica. Cortázar había dicho que le gustaría "llegar a escribir un relato capaz de mostrar cómo esas figuras costituyen una ruptura y un desmentido de la realidad individual, muchas veces sin que los personajes tengan la menor conciencia de ello". Ese mismo año publica en Buenos Aires, con fotografías de Sara Facio y Alicia D'Amico el libro Buenos Aires, Buenos Aires.

1968- Publica otro de sus libros "almanaque", Último Round, donde se recogen ensayos, cuentos, poemas, crónicas y textos humorísticos.
La edición (Siglo XXI, México) está imaginada como un edificio de dos plantas, alta y baja, y cuenta con profusas ilustraciones. El libro contiene (planta baja) una extensa carta de Cortázar a Roberto Fernández Retamar escrita en Saigón el 10 de mayo de 1967, publicada en la Revista de la Casa de las Américas. "Esta carta se incorpora aquí a título de documento, puesto que razones de gorilato mayor impiden que la revista citada llegue al público latinoamericano." La carta estaba centrada en la situación del intelectual latinoamericano.
Pantheon de Nueva York publica la traducción inglesa en Historias de cronopios y de famas y Einaudi (Torino, Italia) la de Rayuela.

1970- Viaja a Chile, invitado a la asunción del gobierno del presidente Salvador Allende. La editorial Sudamericana publica el libro Relatos, en el que se incluye una selección de cuentos de Bestiario, Final del juego, Las armas secretas y Todos los fuegos el fuego.

1971- Publica Pameos y meopas (Barcelona, Ocnos), que incluye poemas escritos entre 1944 y 1958.

1972- Publica Prosa del observatorio (Barcelona, Lumen, con fotografías del propio Julio Cortázar y la colaboración de Antonio Gálvez).

1973- Aparece Libro de Manuel (Buenos Aires, Sudamericana), que obtiene en París el Premio Médicis. Cortázar viaja a Buenos Aires para presentar el libro. De paso visita Perú, Ecuador y Chile. La novela levanta una considerable polvareda: "...si durante años he escrito textos vinculados con problemas latinoamericanos, a la vez que novelas y relatos en que esos problemas estaban ausentes o sólo asomaban tangencialmente, hoy y aquí las aguas se han juntado, pero su conciliación no ha tenido nada de fácil, como acaso lo muestre el confuso y atormentado itinerario de algún personaje", escribió en el Prólogo.
En Barcelona (Tusquets) publica La casilla de los Morelli, cuya edición, prólogo y notas estuvieron a cargo de Julio Ortega

1974- Aparece el libro de cuentos Octaedro (Sudamericana). En abril participa en una reunión del Tribunal Russell II reunido en Roma para examinar la situación política en América Latina, en particular las violaciones de los derechos humanos.

1975- Viaja a Estados Unidos invitado por la Universidad de Oklahoma. Allí dicta un ciclo de conferencias sobre literatura latinoamericana y sobre su propia obra. Los trabajos leídos en esa ocasión y dos textos suyos fueron reunidos en el volumen The Final Island: The Fiction of Julio Cortázar (1978), una primera valoración crítica de su obra en lengua inglesa. Publica Fantomas contra los vampiros multinacionales (México, Excelsior), una historieta Publica Silvalandia (México, Cultural GDA), una serie de textos inspirados en cuadros de Julio Silva

1976- Realiza una visita clandestina a la aldea de Solentiname, en Nicaragua. Publica Estrictamente no profesional. Humanario (Buenos Aires, La Azotea) a partir de fotografías de Alicia D'Amico y Sara Facio.

1977- Aparece el libro de cuentos Alguien que anda por ahí (Madrid, Alfaguara), en el que se recoge el texto "Apocalipsis en Solentiname".

1978- La editorial Pantheon publica en Nueva York la traducción inglesa de Libro de Manuel. Cortázar hace en él una advertencia al lector norteamericano: "Este libro se completó en 1972. La Argentina estaba entonces bajo la dicadura del general Alejandro Lanusse, y ya entonces la intensificación de la violencia y la violación de los derechos humanos eran evidentes. Tales abusos han continuado y han sido incrementados bajo la junta militar del general Videla (...) las referencias a Argentina y otros países latinoamericanos son hoy tan válidas como lo fueron cuando se escribió este libro".
Publica Territorios, textos relativos a la pintura (México, Siglo XXI )

1979- Publica Un tal Lucas (Madrid, Alfaguara). En octubre visita Nicaragua luego del triunfo de los sandinistas. Algunos de sus textos son utilizados en la campaña de alfabetización del país.

1980-Publica el libro de cuentos Queremos tanto a Glenda (México, Nueva Imagen). Realiza una serie de conferencias en la Universidad de Berkeley, California.

1981-En uno de sus primeros decretos, el gobierno socialista de François Miterrand le otorga la nacionalidad francesa, el 24 de julio.

1982-Publica un nuevo libro de cuentos, Deshoras (México, Nueva Imagen). En noviembre muere su esposa, Carol Dunlop.

1983- Aparece el libro Los autonautas de la cosmopista, escrito a cuatro manos con Carol Dunlop, en el que se narra un viaje de treinta y tres días entre París y Marsella a razón de dos párkings por día.
Entre el 30 de noviembre y el 4 de diciembre viaja a Buenos Aires, para visitar a su madre después de la caída de la dictadura y la asunción del gobierno por el presidente Raúl Alfonsín. Las autoridades ignoran su presencia, pero es calurosamente recibido por la gente, que lo reconoce en las calles.
Se publica Nicaragua tan violentamente dulce (Managua, Ed. Nueva Nicaragua).

1984- El 12 de febrero Julio Cortázar muere de leucemia y es enterrado en el cementerio de Montparnasse, en la tumba donde yacía Carol Dunlop. En México (Editorial Nueva Imagen) aparece su libro de poemas Salvo el crepúsculo.

1986- La editorial Alfaguara emprende la publicación de las obras completas de Julio Cortázar, incluso aquella que habían permanecido inéditas hasta su muerte. Con ese propósito crea una colección especial, Biblioteca Cortázar. El diseño de las cubiertas fue confiado a Julio Silva.



[Extraído de "La fascinación de las palabras" de Omar Prego Gadea - Julio Cortázar, publicado en 1997 por Alfaguara ©]

domingo, 17 de enero de 2010

Te amo, Gian Franco Pagliaro

Una manera diferente de expresar un dulce sentimiento, mi amor por ti, escrito y con la voz de Gian Franco Pagliaro.

Putrefacción, Charles Bukoswki

Vidas en la Basura., Charles Bukowski

Cálidas nalgas, Charles Bukowski

este Viernes por la noche
las muchachas mejicanas en el carnaval católico
parecen muy buenas
sus maridos andan en los bares
y las muchachas mejicanas lucen jóvenes
nariz aguileña con tremendos ojazos,
cálidas nalgas en apretados bluyines
han sido agarradas de algún modo,
sus maridos andan cansados de esos culos calientes
y las muchachas mejicanas caminan con sus hijos,
existe una tristeza real en sus ojazos
como si recordaran noches cuando sus bien parecidos hombres-
les dijeron tantas cosas bellas
cosas bellas que ellas nunca escucharán de nuevo,
y bajo la luna y en los relampagueos de las
luces del carnaval
lo veo todo y me paro silencioso y lo lamento por ellas.
ellas me ven observando-
el viejo chivo nos está mirando
está mirando a nuestros ojos;
ellas sonríen una a otra, hablan, salen juntas,
ríen, me miran por encima de sus hombros.
camino hacia una caseta
ponga una moneda de diez en el número once y gane un pastel
de chocolate con 13 coloreadas colombinas en la
cima
suficiente por demás para un ex-católico
y un admirador de los calientes y jóvenes y
no usados ya más
afligidos culos de las mejicanas.

Versión de Rafael Díaz Borbón

Abraza la oscuridad, Charles Bukowski

La confusión es el dios
la locura es el dios

la paz permanente de la vida
es la paz permanente de la muerte.

La agonía puede matar
o puede sustentar la vida
pero la paz es siempre horrible
la paz es la peor cosa
caminando
hablando
sonriendo
pareciendo ser.

no olvides las aceras,
las putas,
la traición,
el gusano en la manzana,
los bares, las cárceles
los suicidios de los amantes.

aquí en Estados Unidos
hemos asesinado a un presidente y a su hermano,
otro presidente ha tenido que dejar el cargo.

La gente que cree en la política
es como la gente que cree en dios:
sorben aire con pajitas
torcidas

no hay dios
no hay política
no hay paz
no hay amor
no hay control
no hay planes

mantente alejado de dios
permanece angustiado

deslízate.

Versión de Rafael Díaz B

Como ser un gran escritor, Charles Bukowsk

tienes que cojerte a muchas mujeres
bellas mujeres
y escribir unos pocos poemas de amor decentes

y no te preocupes por la edad
y/o los nuevos talentos

sólo toma cerveza más y más cerveza.

Anda al hipódromo por lo menos una vez
a la semana

y gana
si es posible.

aprender a ganar es difícil,
cualquier patán puede ser un buen perdedor.

y no olvides tu Brahms,
tu Bach y tu
cerveza.

no te exijas.
duerme hasta el mediodía.

evita las tarjetas de crédito
o pagar cualquier cosa en término.

acuérdate de que no hay un pedazo de culo
en este mundo que valga más de 50 dólares
(en 1977).

y si tienes capacidad de amar
ámate a ti mismo primero
pero siempre sé consciente de la posibilidad de
la total derrota
ya sea por buenas o malas razones.

un sabor temprano de la muerte no es necesariamente
una mala cosa.

quédate afuera de las iglesias y los bares y los museos
y como las arañas sé
paciente,
el tiempo es la cruz de todos.
Más que
el exilio
la derrota
la traición

toda esa basura
quédate con la cerveza

la cerveza es continua sangre.

una amante continua.
agarra una buena máquina de escribir
y mientras los pasos van y vienen
más allá de tu ventana

dale duro a esa cosa
dale duro.

hace como el toro en la primera embestida.

y recuerda a los perros viejos,
que pelearon tan bien:
Hemingway, Celine, Dostoievsky, Hamsun.

si crees que no se volvieron locos en habitaciones minúsculas
como te está pasando a ti ahora,
sin mujeres
sin comida
sin esperanza...

entonces no estás listo

toma más cerveza.
hay tiempo.
y si no hay
está bien
igual.

Chicas tranquilas y limpias con lindos vestido, Charles Bukowski

Todas las que conozco son putas, ex putas,
locas. Veo hombres con mujeres
tranquilas, amables, los veo en los supermercados,
los veo caminando por las calles juntos,
los veo en sus departamentos: gente en
paz, a menudo horas o días de paz.
Todas las que he conocido son adictas a las pastillas,
alcohólicas, putas, ex putas, locas.
Cuando una se va
llega otra
peor que la anterior.
Veo tantos hombres con chicas tranquilas y limpias
bien vestidas
chicas con caras que no son lobunas
o predatorias.
"No traigan más una puta por acá", les digo a
mis pocos amigos, "me voy a enamorar de una".
"No podrías estar con una buena mujer Bukowsky".
Necesito una buena mujer,
necesito una buena mujer,
más de lo que necesito una máquina de escribir,
más de lo que necesito a mi auto, más
de lo que necesito a Mozart.
Necesito tanto una buena mujer que
puedo saborearla en el aire, puedo sentirla
en la punta de mis dedos,
puedo ver veredas construidas
para que sus pies caminen,
puedo ver almohadas para su cabeza,
puedo sentir mi risa que espera,
puedo verla acariciando un gato,
puedo verla durmiendo,
puedo ver sus pantuflas en el piso.
Sé que existe
pero, ¿Dónde está ella en esta tierra
mientras las putas continúan llegando?.

Charles Bukowski, Biografía


Charles Bukowski, nacido con el nombre de Heinrich Karl Bukowski (Andernach, 16 de agosto de 1920 - Los Ángeles, 9 de marzo de 1994), fue un escritor y poeta estadounidense.
A menudo fue erróneamente asociado con los escritores de la Generación Beat, debido a sus similitudes de estilo y actitud. La escritura de Bukowski está fuertemente influida con la atmósfera de la ciudad donde pasó la mayor parte de su vida, Los Ángeles en los Estados Unidos. Bukowski fue un autor prolífico, escribió más de cincuenta libros, incontables relatos cortos y multitud de poemas. A menudo es mencionado como influencia de autores contemporáneos y su estilo es frecuentemente imitado. Murió de leucemia en 1994, a la edad de 73 años. Hoy en día es considerado uno de los escritores estadounidense más influyentes y símbolo del "realismo sucio" y la literatura independiente.

Infancia y juventud :
Nació en 1920 en la localidad alemana de Andernach. Su madre Katharina Fett, era alemana nativa, mientras que su padre era de ascendencia americana y polaca. Se casaron un mes antes de que Charles naciera.
Con el hundimiento de la economía alemana después de la Primera Guerra Mundial, la familia se mudaría a Baltimore en 1923. Para que sonara más americano, sus padres comenzaron a llamarle "Henry". Más tarde se trasladarían a un suburbio de Los Ángeles. Durante su niñez, su padre, que frecuentemente estaba en paro, maltrataba a Bukowski (hechos que él mismo relata en multitud de poemas y relatos, y en la novela "La senda del Perdedor"). Además, no fue muy bien aceptado en el colegio de pequeño (tenía marcas por la cara debidas al acné, lo cual hacía mayor el rechazo sufrido). Junto con su timidez, hizo que se refugiara en la lectura en la primera etapa de su vida.
Tras graduarse en el Instituto de Secundaria de Los Ángeles cursó estudios de arte, periodismo y literatura en la Universidad de Los Ángeles durante dos años.

Primeras publicaciones :
A los 24, su relato corto "Aftermath of a Lengthy Rejection Slip" fue publicado en Story Magazine. Dos años más tarde le publicarían otro relato "20 Tanks From Kasseldown", esta vez en otro medio. Fue cuando Bukowski se desilusionó con el proceso de publicación por lo cual dejó de escribir durante una década. Durante este tiempo estuvo viviendo en Los Ángeles, aunque también pasó un tiempo vagando por los Estados Unidos, dedicándose a trabajos temporales que iba dejando y permaneciendo en pensiones baratas.
Comenzando los años 50, Bukowski comenzó a trabajar como cartero en Los Ángeles, en el servicio postal de los Estados Unidos, en el que permaneció tres años. En 1955 lo hospitalizaron con una úlcera sangrante muy grave. Cuando salió del hospital, comenzó a escribir poesía. En 1957, se casó con la escritora y poeta Barbara Frye, pero se divorciaron más tarde, en 1959. Frye dudaba a menudo de la habilidad de Bukowski como poeta. Una vez divorciados, Bukowski continuó bebiendo y escribiendo poesía.

Años 60 :
Antes de que empezaran los 60, volvió a la oficina de correos en Los Ángeles, donde continuó trabajando una década. En 1964, tuvo una hija, Marina Louise Bukowski, nacida de su relación con su novia Frances Smith. Más tarde, Bukowski vivió en Tucson un periodo breve de tiempo, donde entabló amistad con Jon Webb y Gypsy Lou, que le influyeron a publicar y vivir de su literatura.
Gracias a Webb comenzó a publicar algunos poemas en la revista de literatura "The Outsider". Bajo "Loujon Press" publicaron "It Catches my Heart In Its Hand" en 1963, y "A Crucifix in a Deathhand" dos años más tarde. Fue cuando Bukowski conoció a Franz Douskey, amigo de Jon Webb, a quien solía visitar regularmente en su pequeña casa de Elm Street que también servía como centro de publicación. Webb, Bukowski y Douskey pasaron un tiempo juntos en Nueva Orleans.
Comenzando 1967, Bukowski escribió la columna “Notes of A Dirty Old Man” para el periódico independiente de Los Ángeles "Open City". Cuando "Open City" fue cerrado en 1969, la columna se trasladó a Los Angeles Free Press. Ese año publicó una recopilación de sus mejores columnas escritas para el periódico con ese nombre.

Los años con Black Sparrow Press :
En 1969, después de que el editor John Martin de Black Sparrow Press le prometiera una remuneración de 100 dólares mensuales de por vida, Bukowski dejó de trabajar en la oficina de correos, para dedicarse a escribir todo el tiempo. Tenía entonces 49 años. Como él mismo explicó en una carta en ese entonces, “tengo dos opciones, permanecer en la oficina de correos y volverme loco… o quedarme fuera y jugar a ser escritor y morirme de hambre. He decidido morir de hambre. Pasó menos de un mes tras dejar el trabajo en la oficina de Correos, cuando acabó su primera novela, titulada Post Office (en castellano, El Cartero).
Debido a la confianza que John Martin depositó en él cuando era un escritor relativamente desconocido y a la ayuda financiera, Bukowski publicó casi todo su trabajo literario con Black Sparrow Press. En 1976, Bukowski conoce a Linda Lee Beighle, dueña de un restaurante de comida sana. Dos años más tarde, la pareja se mudó desde la parte este de Hollywood, donde Bukowski había vivido la mayor parte de su vida, a San Pedro, el distrito más al sur de la ciudad de Los Ángeles. Bukowski y Beighle fueron casados por Manly Palmer Hall en 1985. Bukowski habla de ella en la novela "Mujeres" y "Hollywood", en su mayor parte autobiográficos, a través del personaje de "Sara".
Bukowski ha sido traducido a más de una docena de idiomas entre los que cuenta el español, francés, alemán y portugués. Es visto como icono de la decadencia estadounidense y de la representación nihilista característica después de la Segunda Guerra Mundial. Su falta de ambición y compromiso con él y con el resto del mundo, convierten a este escritor en una de las influencias de bastantes autores contemporáneos entre los cuales podemos encontrar a Alberto Fuguet, Pedro Juan Gutiérrez, y al grupo de rock inglés Dogs D'amour.
Bukowski murió de leucemia el 9 de marzo de 1994 en San Pedro, California, a la edad de 73 años, poco después de terminar su última novela "Pulp". Sus restos fúnebres fueron conducidos por monjes budistas. En su lápida se lee: “Don't Try”.

viernes, 15 de enero de 2010

Vuele bajo, Facundo Cabral

Mensaje de Facundo Cabral vuele bajo

A las seis de la mañana , Facundo Cabral

Los hombres nacen y mueren en los brazos de una mujer.
La maravilla y el milagro mas grande es la mujer, dan vida, hacen vida. dedicado a todas las madres

jueves, 14 de enero de 2010

No me llames extranjero , Alberto Cortez y Facundo Cabral

Llueve, la lluvia continua..., Mario Chiappetta

A María Gracia


Llueve,
la lluvia continua a nuestro lado,
no nos abandona,
espera que consolidemos nuestra unión.

Quiero ilusionarte.
Hacer que tu vida sea más grata,
que la sonrisa se instale en tu rostro,
que tu cuerpo interprete
y sienta esa música
que te transforma
y te llega al alma
permitiéndote volar.

Mira la rosa,
allí en un costado del salón
siempre esbelta.

Mira a la perra y la gata
buscando impacientes
una palabra
o unas manos que las acaricien.

Mira mis ojos,
siente mi corazón.
Lo tengo aquí entre mis manos temblorosas,
te lo estoy ofreciendo.

Recógelo ,
Es cálido, frágil
pero tambien
Tenaz, persistente.

Hoy late por ti.

martes, 12 de enero de 2010

Sapore di sale, Letra en Italiano y español

Sapore Di Sale - Gino Paoli

Sapore di sale, sapore di mare
che hai sulla pelle, che hai sulle labbra
quando esci dall'acqua e ti vieni a sdraiare
vicino a me, vicino a me.
sapore di sale, sapore di mare
un gusto un po' amaro di cose perdute
di cose lasciate lontano da noi
dove il mondo è diverso, diverso da qui.

Il tempo è nei giorni che passano pigri
e lasciano in bocca il gusto del sale
ti butti nell'acqua e mi lasci a guardarti
e rimango da solo nella sabbia e nel sol.
poi torni vicino e ti lasci cadere
così nella sabbia e nelle mie braccia
e mentre ti bacio sapore di sale
sapore di mare, sapore di te.

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Gino Paoli - Sapore di sale

Sapore di sale
sapore di mare
que tienen tus manos
que tienen tus labios
cuando sales del agua
y te quedas soñando
cerca de mi...
cerca de mi..
sapore di sale
sapore di mare
me sabes amargo
a cosa perdida
a cosa lejana
de este mar y esta playa
donde el mundo es distinto
distinto de aqui...
Contigo los días
caminan deprisa
yo soy como brisa
de sol y de arena
te miro en el agua
y te sigo mirando
yo me quedo en la playa
con el sol que me quema
y después cuando vuelves,
de la arena te duermes
me acerco a tu lado
te estrecho en mis brazos
y noto tus besos
sapore di sale
sapore di mare
sapore di te.
Contigo los días
caminan deprisa,
yo soy como brisa
de sol y de arena
te miro en el agua
y te sigo mirando
yo me quedo en la playa
con el sol que me quema
y después cuando vuelves,
de la arena te duermes
me acerco a tu lado
te estrecho en mis brazos
y noto tus besos
sapore di sale
sapore di mare
sapore di te.
Contigo los días
caminan deprisa,
yo soy como brisa
de sol y de arena
te miro en el agua
y te sigo mirando
yo me quedo en la playa
con el sol que me quema
y después cuando vuelves,
de la arena te duermes
me acerco a tu lado
te estrecho en mis brazos
y noto tus besos
sapore di sale
sapore di mare
sapore di te

Sapore Di Sale, Gino Paoli

Panorama de un día..., Mario Chiappetta

Panorama de un día
igual que todos los días
y a la vez distinto.
Panorama de un día,
de hojas muertas,
de tierra abierta,esperandonos,
pacientemente, sin quejas,
cubrirnos con su manto de olvido,
con su manto de oscuridad tranquila,
llevandonos,
nutriendose de lo que fuimos,
abriendo nuestra carne,
pudriéndola poco a poco.

lunes, 11 de enero de 2010

Serenata para la tierra de uno, Maria Elena Walsh

Precioso poema de Maria Elena Walsh, recital en Lugano, Suiza

Como la cigarra. Maria Elena Walsh

Manuelita la tortuga, Maria Elena Walsh

La Cigarra, Maria Elena Walsh

Tantas veces me mataron
tantas veces me morí
sin embargo estoy aquí
resucitando.
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal
porque me mató tan mal
y seguí cantando.

Tantas veces me borraron
tantas desaparecí
a mi propio entierro fui
sola y llorando.
Hice un nudo en el pañuelo
pero me olvidé después
que no era la última vez
y volví cantando.

Tantas veces te mataron
tantas resucitarás
tantas noches pasarás
desesperando.
A la hora del naufragio
y la de la oscuridad
alguien te rescatará
para ir cantando.

Cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra
igual que sobreviente
que vuelve de la guerra.

Serenata para la tierra de uno, Maria Elena Walsh

Porque me duele si me quedo
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo, mi amor,
yo quiero vivir en vos.

Por tu decencia de vidala
y por tu escándalo de sol,
por tu verano con jazmines, mi amor,
yo quiero vivir en vos.

Porque el idioma de infancia
es un secreto entre los dos,
porque le diste reparo
al desarraigo de mi corazón.

Por tus antiguas rebeldías
y por la edad de tu dolor,
por tu esperanza interminable, mi amor,
yo quiero vivir en vos.

Para sembrarte de guitarra,
para cuidarte en cada flor
y odiar a los que te castigan, mi amor,
yo quiero vivir en vos.

El viaje, Maria Elena Walsh

Sólo quiero tu casa de ternura,
vivir en su calor.
Eres el mar y la orilla segura
porque el único viaje es el amor.

Reconocer tu alma, qué aventura
de mágico sabor.
Allí tendré profundidad y altura
porque el único viaje es el amor.

Besos desconocidos como puertos
esperan bajo un cielo de mirada.
-Lo demás es dolor.

Hoy vuelvo de países que están muertos,
después de un mar que no me dijo nada,
porque el único viaje es el amor.

El 45, Maria Elena Walsh

Te acordás hermana qué tiempos aquellos,
la vida nos daba la misma lección.
En la primavera del cuarenta y cinco
tenias quince años lo mismo que yo.

Te acordás hermana de aquellos cadetes,
del primer bolero y el té en El Galeón
cuando los domingos la lluvia traía
la voz de Bing Crosby y un verso de amor.

Te acordás de la Plaza de Mayo
cuando «el que te dije» salía al balcón.
Tanto cambió todo que el sol de la infancia
de golpe y porrazo se nos alunó.

Te acordás hermana qué tiempos de seca
cuando un pobre peso daba un estirón
y al pagarnos toda una edad de rabonas
valía más vida que un millón de hoy.

Te acordás hermana que desde muy lejos
un olor a espanto nos enloqueció:
era de Hiroshima donde tantas chicas
tenían quince años como vos y yo.

Te acordás que más tarde la vida
vino en tacos altos y nos separó.
Ya no compartimos el mismo tranvía,
sólo nos reúne la buena de Dios.

Ahora, Maria Elena Walsh

Ahora como un ángel apareces
y me rodeas sin decirme nada.
Ángel que yo cuidara tantas veces
sin saberlo, callada.

En todo lo que miro permaneces
como el aire feliz de la mirada.
Me parezco a tu ausencia y te pareces
a mí resucitada.

Porque viniste cuando me moría
a devolverme a vivas caridades;
porque mi noche muda se hizo día

por gracia de tu voz iluminada,
en esta eternidad con que me invades
yo que no era, soy tu enamorada.

Maria Elena Walsh, Biografía


María Elena Walsh nació el 1° de febrero de 1930 en Ramos Mejía, un pueblo cercano a Buenos Aires; la hija del "inglés del ferrocarril" nacido también en la Argentina, pasó su niñez entre nursery rhymes, música y libros. Autodefinida como aspirante a "nieta de Lewis Carroll," carga sobre sus espaldas un herencia singular, no solamente a modo étnico, sino también cultural e ideológico (Dujovne 22). Su madre, hija de criollos y gaditanos, le transmitió amor a la naturaleza lo que se traduce en la sensibilidad romántica que trasunta la introspección contextual de los poemas en Otoño Imperdonable (1947). De su padre, descendiente de irlandeses e ingleses, recibe su pasión y habilidad por los juegos lingüísticos, el sutil e irónico humor sajón y el nonsense de los limericks. El aspecto más significativo de este contexto familiar posiblemente esté dado por la libertad y la liberalidad: María Elena Walsh no tuvo la formación tradicional de las demás niñas de clase media argentina de su época, con la abundancia de fruslerías y cursilerías sociales. Lejos de su realidad estaban las clases de danzas clásicas y de declamación, y más lejos aún el llegar a ser "la réplica de Shirley Temple, a quien las niñas debíamos imitar en risitas con hoyuelos y sacudidas de adorables rizos tirabuzones" (MEW cit. en Dujovne 7). Este divorcio de estereotipos y expectativas sociales suponía una liberación de vínculos contextuales que limitaban.


A diferencia de la mayoría de los establecimientos de enseñanza secundaria de los años cuarenta, la Escuela Nacional de Bellas Artes suponía un medio ambiente educativo más liberal. Fue allí donde María Elena Walsh cursó sus estudios secundarios. De las limitaciones que el medio imponía y el aburrimiento que las clases sugerían, María Elena Walsh escapaba dibujando caricaturas de sus profesores (Dujovne 22-23). Su rebeldía de adolescente era solamente una de las tantas ramificaciones; prácticamente sólo el inicio de una larga serie de posturas "subversivas." Esa rebelión no tenía sus orígenes en una tesitura de espíritu meramente contradictorio, sino en un distanciamiento ideológico de los estereotipos impuestos social y culturalmente. Surgía de una multiplicidad de factores que se fueron dando desde temprano en la formación de María Elena Walsh. Si bien los primeros años tuvieron un papel preponderante, la percepción de sí en relación al marco socio-cultural, y las consecuentes decisiones, fue lo que completó su individualidad ideológica.
María Elena Walsh adolescente, también se pareció poco a las otras chicas de su edad. Compartía, sin lugar a dudas, la rebeldía, el desinterés por los libros y la escritura de poemas. Sin embargo, mientras que los poemas de la mayoría eran "emocionales, deshechos en flecos y lágrimas borrosas," ella trabajaba con el lenguaje, intentando expresarse a través de la limitación poética de la rima y la métrica (Dujovne 17). Los primeros poemas de juventud, trabajados y retrabajados, finalmente vieron la luz en 1947, en forma de libro, con Otoño imperdonable. Este libro, publicado a expensas de la autora, mostraba, al decir de Eduardo González Lanuza, una "certidumbre de poesía," una poesía madura tanto a modo emocional como técnico ("Reseña de Otoño imperdonable" 102). El revuelo y reconocimiento aprobatorios que la calidad poética de Otoño imperdonable causaron en los círculos literarios argentinos en cierta medida también desestabilizó a su propia familia: la jovencita que escribía poemas en la mesa del comedor ahora frecuentaba reuniones de sociedades literarias y cafés. Lo que en otras adolescentes era mediocre o simplemente tenía carácter pasajero, en María Elena Walsh se planteaba como profesión. A esta diferencia en relación a expectativas futuras que no condecían con las socialmente aceptadas para una adolescente "de familia" —llámese matrimonio y cuidado de la familia, según la sociedad argentina de ese entonces—, se le sumaba el continuo conflicto con su padre: regresaba más tarde del horario permitido de las 9 de la noche. La rebelión contra los horarios paternos era solamente una de las facetas iniciales de su precoz abandono del hogar. En 1948 Juan Ramón Jiménez visitaba la Argentina; Otoño imperdonable lo dejó "maravillado de su expresión, su naturalidad en lo sencillo y lo difícil" (Dujovne 37). De conocer a la autora de los versos a la invitación a pasar una temporada en Maryland con el poeta y su esposa hubo poco trecho. Algunas de las impresiones de este viaje aparecieron inicialmente en "El Hogar," la revista del diario La Nación y años más tarde conformaron "Carta de viaje," una de las secciones de Desventuras en el País Jardín-de-Infantes. La Antología de poesía norteamericana, de Louis Untermeyer, y la Spoon River Anthology, junto con las clases sugeridas en la Universidad de Maryland, las visitas a Ezra Pound, Pedro Salinas o Salvador Dalí, las exposiciones en Museo de Arte Moderno, los conciertos en Carnegie Hall y Radio City apuntaban al propósito evidente de Juan Ramón Jiménez: eclécticamente guiar a la joven poeta. Esto no fue tarea fácil, como María Elena Walsh reconoce; su rebeldía, timidez e introversión se encontraban no solamente ante el desafío de espontaneidad requerido por el poeta español, sino también ante la dureza de algunas de sus críticas y enseñanzas. La experiencia en Estados Unidos la dejó insatisfecha, "perpleja, pensando que el mundo era ancho, ajeno, bellísimo y amenazador" (MEW cit. en Dujovne 39). Se iniciaba de esta manera un nuevo período en su vida, uno de cambio y transición, de lo que ya daban evidencia algunos de los ensayos y reseñas publicados en ese período. Están allí ya las semillas de su particular perceptiva contextual. Asimismo estos ensayos apuntan, como el caso de "Sobre la vida diaria," a ese "fondo anárquico y pacifista," a esa "capacidad de rebeldía contra toda clase de mecanismos represivos y explotadores" (MEW cit. en Dujovne 36, 37).

Ya de regreso en la Argentina, durante este período vegetativo, como ella misma lo denomina, continúa escribiendo poemas y en 1952 publica su segundo libro, Baladas con Angel. Para ese entonces había una serie de factores que hacían la situación argentina en general difícil de sobrellevar y que estaban estrechamente relacionados entre sí. El régimen peronista exigía que un autor estuviese afiliado al partido para que sus obras se publicasen (ya fuese recibiendo pago o no). El mismo partido imponía a la ciudadanía el luto obligatorio por Eva Duarte de Perón, "sin el cual los ciudadanos eran exonerados de sus trabajos" (MEW cit. en Dujovne 45, énfasis mío). Autoproclamada adversaria al régimen e ideología peronistas, María Elena Walsh destaca las dificultades que el mismo representó para escritores y pensadores disidentes: la imposibilidad de publicar sus trabajos y, consecuentemente, vivir de su profesión. Un aspecto singular de su postura antiperonista está dado por la violencia que la ideología demagógica peronista significó. A este respecto Walsh comenta que los intelectuales y escritores hubieran preferido que la clase obrera actuase en forma pacífica y "que rápidamente se informara de la existencia de nuestros lánguidos sonetos, que no gritaran tanto ni se bañaran en las fuentes de las plazas" (MEW cit. en Dujovne 32). El enrarecimiento del clima político, social, económico y cultural del país conducía únicamente al exilio. Esta decisión significaba no solamente una liberación a modo político-ideológico, sino también, en cierta forma, afectiva: estaba de novia con Angel Bonomí y de acuerdo con los parámetros sociales de la Argentina de mediados de siglo se esperaba que la relación concluyese en matrimonio. Esto no hubiese sido inaceptable a no ser por el espíritu represivo que la situación implicaba; era ése "un contexto de censura política en el que además teníamos un noviecito que nos sermoneaba" (MEW cit. en Luraschi y Sibbald 26). El exilio representaba todo lo que la Argentina no ofrecía: libertad social, ideológica, cultural, emocional, junto con una multiplicidad de estímulos y posibilidades de cambio y desarrollo profesional. El único destino posible para María Elena Walsh, al igual que para el resto de los argentinos, como ella misma destaca, era París, y allí se dirigió luego de reunirse en Panamá con Leda Valladares, a quien había conocido por correspondencia (Dujovne 46).

Presentaron su dúo, Leda y María, en el Scandia, en el Barrio Latino. Allí cantaron lo que se esperaba de dos argentinas: folklore; vidalas y bagualas. El público parisino siempre las respetó, aun cuando no condecían con el estereotipo de cantante folklórico sudamericano: eran rubias, de ojos claros y "además, para qué negarlo, teníamos caras de intelectuales . . . otra desgracia nacional e internacional" (MEW cit. en Dujovne 55, 56). A la vez que cantaban, entraban en contacto con otros intérpretes, tipos de música y canciones; escucharon los comienzos y los progresos de artistas como Jacques Brel y Charles Aznavour a la vez que las interpretaciones de los ya establecidos: Yves Montand, Juliette Gréco, Fernand Reinaud (Dujovne 52, 53, 58). Antes que enriquecerse, la intención del dúo era hacerse conocer y ganarse la vida. Audicionaron en el café literario más famoso de esa época, L’Ecluse. A pesar de lo que el sitio significaba a modo de audiencia y reconocimiento, no se quedaron allí mucho tiempo: había un tradicionalismo que ahogaba y hasta cierto punto aburría a María Elena Walsh: "era un lugar ceremonioso y desinfectado" (MEW cit. en Dujovne 54). El siguiente escenario fue el del recientemente inaugurado Crazy Horse Saloon, donde ya no tuvieron que audicionar, el cabaret las llamó. Los cuatro años que Leda y María trabajaron en París significaron no solamente esfuerzo, sino también una buena medida de éxitos: ganaron el "Banco de ensayo del Music-Hall," un concurso/audición público en el teatro L’Olympia, aunque por diversos motivos no trabajaron luego allí, y poco después grabaron su primer disco, Le Chant du Monde (Dujovne 57, 66). A todo esto, la poesía no había quedado abandonada; fue durante su estancia en París cuando María Elena Walsh empezó a escribir poemas y canciones para niños. Escribía con el juego verbal en mente, con una expresa y atenta intención al nonsense, buscando, si se quiere, una reversión subversiva del didacticismo tedioso de los poemas y canciones tradicionales.

Pero el éxito con el folklore y la interpretación, la libertad para el juego lingüístico sucedían en París. Cuando regresaron a la Argentina —una Argentina sin Perón pero igualmente bajo dominio militar— la situación fue otra. Se enfrentaron a un contexto autoritarista y falocéntrico, particularmente en Buenos Aires. Leda y María no logró aceptación comercial; no entraban como dúo dentro del canon implícito de folkloristas argentinos que proponía que "un verdadero conjunto folkórico debía estar compuesto de cuatro gauchos [ . . .] bien machazos" (MEW cit. en Dujovne 73). Otra particularidad del dúo era su repertorio tomado del cancionero popular anónimo; no el estereotipo sacarinoso adoptado/adaptado para las audiencias capitalinas (Dujovne 73-75). En el interior del país la situación se presentaba distinta. Las presentaciones en el noroeste argentino no solo les permitieron cambiar figuritas, como metafóricamente expresa María Elena Walsh, sino también les ofrecieron la posibilidad de conocer su propio país, descubriéndolo y apreciando muchas facetas antes ignoradas (Dujovne 77). Su tercer libro, Tutú Marambá, estaba para ese entonces completo, sin embargo, no encontró editorial para sus poemas: la niñez ni siquiera era admitida dentro del canon literario. En realidad esto no fue un impedimento, por el contrario, podría decirse que simplemente fue el detonador. Continuó trabajando en sus poemas y musicalizó algunos de estos para incluirlos en una comedia musical para niños: Los sueños del Rey Bombo (1959). A esto le siguió, finalmente, la publicación de Tutú Marambá, en 1960. Para 1962, cuando puso en el teatro el renombrado Canciones para mirar, su obra poética, narrativa y musical representaba a los niños argentinos. Autora y obra iban de la mano, contra la corriente, escapándole a los convencionalismos, "al realismo, al orden y a la justa medida para zambullirse en la fantasía, el descubrimiento y la imaginación" (Martínez 28). No era simplemente una intención juguetona la que se hacía evidente con el nonsense, esta subversión lingüística implicaba asimismo la ideológica: enseñaba a "cuestionar los modos de percepción de la realidad (prejuicios, valores), al mostrarla desde puntos de vista inhabituales" (Sibbald 59). Pero esto no era todo, un aspecto significativo, no sólo de Canciones, sino de su obra infantil en general, era el trato respetuoso que tenía hacia su joven audiencia. A diferencia de los espectáculos infantiles tradicionales, "la gran revolución que caus[ó] ‘Canciones’ en el teatro para niños consistió en que los actores caminaban sencillamente, por el escenario. Y hablaban, sencillamente, como gente normal, dice MEW" (cit. en Dujovne 87). La eligieron los padres y la adoptaron los niños; sus canciones y cuentos invadieron el escenario a nivel nacional: María Elena Walsh marcó el antes y el después en literatura infantil argentina. Posiblemente uno de los pocos fenómenos —creado casi en la misma época, en 1963— que logró tal representatividad a nivel nacional fue Mafalda de Quino. Ante la aceptación inmediata y masiva de sus canciones y cuentos, no dejan entonces de sorprender las negativas de las editoriales y empresas grabadoras y distribuidoras. Sin embargo, el lazo con el público estaba ya establecido: las canciones se grabaron en forma privada y se distribuyeron en teatros. De la misma manera en que la temática de la obra de María Elena Walsh se apartaba de los cánones establecidos para la niñez, la difusión y comercialización inicial adoptaban vías semejantes.

El trabajo de María Elena Walsh no se restringía de manera alguna al campo de la música: continuó escribiendo poemas, dando recitales —como solista luego de la disolución de Leda y María—, escribiendo artículos y cuentos para niños. Asimismo, para mediados de la década del 60 su obra también empezó a ser conocida en el exterior: en 1965 supervisó la producción de Canciones para mirar en Francia y Estados Unidos. También en ese año publicó un nuevo libro de poemas, Hecho a mano. El dinamismo que caracteriza la obra de una autora que "‘corrige’ o actualiza sus propias letras" y cuentos, se vio también en la atención que le prestó a otro sector de su ya establecido público: los adultos (Dujovne 98). Ahora bien, es necesario señalar que aun cuando los niños la aceptaron y adoptaron, una parte de la decisión pertenecía a aquellos que poseían el poder económico sobre la audiencia infantil: los padres. Ellos también reconocieron la diferencia entre María Elena Walsh y la narrativa y canciones tradicionalmente dedicadas a los niños. Con su espectáculo teatral Juguemos en el mundo/ Show para ejecutivos María Elena Walsh terminó de establecer la conexión con el público adulto. El Teatro Regina, donde se presentó el espectáculo en 1968, había sido alquilado por cuatro noches; Juguemos en el mundo continuó en cartel por un año (Dujovne 137). Comenzó así a cantar, "como la cigarra," representando a todos y cantando todo. Utilizó la ambigüedad y la alusión para referirse a temas prohibidos, como mencionar a Perón en la época de Onganía —"el que te dije" de la canción/tango "El 45"—, o hablar de la situación socio-económica de sectores carenciados y faltos de representación, como la mucama provinciana de "La Juana" (Dujovne 138, Walsh Las Canciones 21-24). Alicia Dujovne comenta que si bien la censura estaba permanentemente presente en la Argentina, supone que "no la vetaron porque, por su poética ambigüedad, no la entendían demasiado y sobre todo porque. . . ¿qué explicación dar a los niños de casa?" (Dujovne 138). 1971 fue, al igual que 1961, cuando falleció su madre, un año duro y al que le siguió la necesidad de enfrentarse a la adversidad y levantarse nuevamente. Junto a María Herminia Avellaneda, con quien anteriormente había trabajado escribiendo guiones para televisión, decidió escribir y producir una película basada en los personajes de Juguemos en el mundo. La película y las productoras lucharon contra la censura, lograron los permisos correspondientes, filmaron y presentaron; el público y la crítica las aclamó, pero "La Maquinaria," como María Elena Walsh apoda a la censura, las devoró y les "cortaron las alas," sintetiza (cit. en Dujovne 140). El fiasco económico que representó la película significó una serie de giras y recitales en distintos países iberoamericanos para María Elena Walsh y la dirección de "toda clase de espesos teleteatros" para María Herminia Avellaneda (Dujovne 141). El regreso al país y el saldo de cuentas pendientes coincidió con otro regreso: al cabaret. Cumplió uno de los más grandes sueños de su vida, trabajar en el Maipo, el teatro de revistas más importante de la Argentina, donde entre trajes de lamé, plumas y strass estrenó "El viejo varieté" (Las canciones 92-94). Pasó casi todo 1974 en España y el año siguiente a su regreso presentó El buen modo, en el Teatro Regina. Sin embargo, tras el fallecimiento de Perón la violencia había recrudecido y "no estábamos para buenos modos, nos matábamos por las calles, habíamos entrado en un tenebroso reino de sombras, de los peores modos imaginables" (Dujovne 143). Vivió los años del Proceso en la Argentina, sin embargo, como señala Sergio Pujol, la posibilidad de viajar constituía una bocanada de aire puro, "un consuelo en medio de la devastación" (Pujol 172). Fueron éstos años duros, no solamente por las circunstancias que atravesaba el país sino también por las personales: se le diagnosticó cáncer óseo, con las subsecuentes operaciones y tratamientos de quimioterapia.

Una de las características sobresalientes de la obra de María Elena Walsh es su atención a los elementos ideológico-contextuales. Esto se hace evidente, como ya he señalado, en la subversión propuesta en sus canciones y cuentos infantiles. Esto también sucede en sus ensayos y artículos periodísticos; problematiza elementos contextuales cuya presencia es extensamente conocida y reconocida pero que poseen un tinte escabroso. Así sucede con temas como el machismo ("Sepa por qué usted es machista"), los parámetros sociales dobles ("¿Corrupción de menores?"), la cultura y la lectura ("Infancia y bibliofobia"). La época del Proceso no fue, a este respecto, muy distinta: María Elena Walsh denunció los atropellos y abusos, cuestionó el régimen e ideología represivos. En un país en el que "todo el mundo habla en voz baja y una carcajada es considerada una falta de tacto [ . . . ] y por doquiera se observa el más extremo decoro," el escribir en sí mismo representaba todo un desafío (Mallea Historia 132). Como María Elena Walsh misma señala, la base de su existencia es leer y escribir, escribir es más que comunicar, implica concientizar a la vez que la libertad en sí misma (Schettini 8). De esta manera es posible entender "Desventuras en el País Jardín-de-Infantes." Este ensayo apareció en el diario Clarín el 16 de agosto de 1976 y fue publicado "sin ninguna censura, para sorpresa de la misma autora" (Luraschi y Sibbald 51). Constituyó una denuncia explícita contra el régimen autoritario y opresivo de la Junta Militar. Una escritora, una mujer a quien se conocía extensamente pero por su obra musical y cuentística infantil, denunciaba lo que muchos callaban. María Elena Walsh asumía de esta manera la representación ideológica y verbal del pueblo argentino en un momento en el que el silencio, el anonimato y la ambigüedad significaban supervivencia. Las consecuencias fueron inmediatas: toda su obra fue censurada (Pujol 182). En la época de Onganía María Elena Walsh había cantado haciendo alusión a Perón y a la situación socio-económica que atravesaba el país. En ese entonces, no la vetaron; las implicancias hubiesen sido extremadamente engorrosas. Durante el Proceso, sucedió algo similar: aun cuando el gobierno censuró su obra, no la "desapareció," como a muchos otros periodistas (Nunca más 372-374). En esa época también dejó de cantar en público. Sus canciones, señala Alicia Dujovne, estaban y están íntimamente unidas a la realidad, necesitaban "del intercambio vivo y la libertad total para echarse a andar" (Dujovne 151). En la Argentina del Proceso, en la cual reinaban el temor y el silencio este requisito era un imposible, igual que para María Elena Walsh el cantar. Sin embargo, de cierto modo siguió cantando. Canciones compuestas años antes, o con una concepción temática distinta, como "Serenata para la tierra de uno," "Como la cigarra" y "Oración a la justicia" fueron adoptadas por grupos disidentes como una forma de expresar su cuestionamiento (Las canciones 25-26, 112-113, 108-109). Con el tiempo las canciones adquirieron una significación particular, posiblemente porque recién el público atendía y entendía el mensaje; asumieron el carácter de himno popular nacional, representando así la auténtica voz de la Argentina. "Como la cigarra" es un claro ejemplo de esto: en 1975 María Elena Walsh la había cantado por primera vez en público y aun en el contexto de asesinatos y violencia "a nadie le importó nada, ni nadie la entendió. Después se transformó en un himno, el público se dio cuenta que decía algo que tenía que ver con nosotros" (MEW cit. en Luraschi y Sibbald 135 énfasis mío).

La juglaresa, como frecuentemente se llama a María Elena Walsh, expresaba de esta manera la conjunción de una serie de temas recurrentes que se traducen en su obra. En primer lugar, es necesario señalar que "uno no es ajeno a un contexto social determinado, al menos ella [María Elena Walsh] no lo es, ella forma parte de su ámbito, de su gente y su época" (Dujovne 151). Asimismo, esto nos lleva al aspecto restrictivo que toda ideología posee en sí misma, que llama la atención a la necesidad de múltiples lecturas, lo que a su vez se relaciona con la noción de libertad y la reversión/subversión contextual (Luraschi y Sibbald 134). El escritor escribe para sí y para su contexto. A la vez que está inmerso en ese contexto también logra un cierto distanciamiento que le permite una apreciación crítica de la situación. Del decoro al que se refiere Mallea existe una válvula de escape que a la vez expresa el cuestionamiento (Historia 132). Esta es la alusión, el nonsense, el juego intelectual, cultural, lingüístico, y María Elena Walsh utiliza esto no sólo para divertir, sino "también para exigir de su público una participación inteligente y con una cierta sensibilidad" (Luraschi y Sibbald 136). De esta manera exige que su audiencia intente una multiplicidad de lecturas y relaciones a la vez que en función de la paridad de intereses y situaciones (opresivas) busca establecer la conciencia de grupo. El comentario de que "hay que prestarle atención al enano fascista que todos llevamos dentro" apunta a la importancia del rol del individuo como miembro de un contexto a la vez que tiene ecos de los versos finales del Martín Fierro que dan atención a la idea de unidad nacional (MEW cit. en Schettini 8). Un aspecto significativo de la problematización contextual de María Elena Walsh es que no acepta límites: no se restringe a ciertos temas o períodos. Así como María Elena Walsh cuestionaba la situación de opresión a nivel nacional, grupal, individual antes y durante el Proceso, también cuestionó lo que vio como falencias en la Argentina en democracia. El gobierno democrático había efectivamente dado por tierra con algunos de los abusos y atropellos de la Junta Militar, sin embargo, "la monotonía del trasfondo conservador, timorato, creo que no nos permitió todavía acceder a la libertad mental, la que inventa, cambia y desafía" ("Escribir" 56).

Y como la cigarra, María Elena Walsh continúa cantando. En 1993, a instancias de Ilse Luraschi y Kay Sibbald, hizo una selección de su obra ensayística, así nació Desventuras en el País Jardín-de-Infantes. Sus poemas y canciones aparecieron en 1984 y 1994, respectivamente. Si bien Walsh no continuó cantando en público o componiendo canciones, "no tengo conocimiento para componer más música. Ya no tengo elementos," como explica ella misma, continuó escribiendo aunque no necesariamente publicando: sus escritos no la satisfacían totalmente y no pasaban su propia crítica (MEW cit. en Schettini 8, Martínez 24). Es más, volvió a escribir cuentos para niños, y, como no podía ser de otra manera, estos cuentos dan cuenta del dinamismo socio-cultural argentino. En 1997 apareció Manuelita ¿Dónde vas?, un libro con la tortuga más famosa de la Argentina como protagonista y nexo entre los distintos cuentos. Manuelita no solamente viaja (a la India, a España, a Mar del Plata, al Japón), sino que también hace nuevos amigos. Posiblemente, los tres puntos más significativos del libro están dados por la libertad de Manuelita en sus opiniones y comentarios, su divorcio del tortugo —un signo de la Argentina actual (Martínez 33)— y su regreso a Pehuajó. El reconocimiento a la intensa y extensa labor, a la calidad del trabajo de Mara Elena Walsh se dio de distintas formas y a lo largo de su carrera: premios de instituciones como ARGENTORES (Sociedad General de Autores de la Argentina), SADAIC (Sociedad de Autores y Compositores de Argentina) y la Fundación Konex y el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) coexisten con el disco compacto-homenaje Cantamos a María Elena Walsh, grabado en 1997, las estampillas emitidas por el Correo Argentino en 1998, con ilustraciones sobre algunos de sus relatos y con la película que protagonizará Manuelita en 1999 (Filatelia 1, "Manuelita" 3). Asimismo, el reconocimiento por parte de los niños, los padres y los maestros ha sido continuo; son innumerables los jardines de infantes y guarderías que llevan nombres de personajes de sus cuentos —demás está decir que la mayoría de las tortugas argentinas lleva el nombre de "Manuelita."

María Elena Walsh dialoga con su contexto, atendiendo a temas y situaciones que no son necesariamente placenteras, mas sí urgentes, en tanto y en cuanto afectan a la comunidad en general. Aun cuando utiliza elementos circunstanciales, los temas poseen una determinada cualidad atemporal. Esto se hace evidente no sólo en sus ensayos, sino también en sus canciones: "Desventuras en el País Jardín-de-Infantes" y "The kana" son claros ejemplos de esto (Desventuras 13-18, Las canciones 58-59). Mientras que el cuestionamiento de ambos tiene su origen en una situación determinada, también cuestionan elementos fuertemente atrincherados en el contexto autoritario de la Argentina.