domingo, 16 de junio de 2013

Destino, Antonio Aliberti

Quien anda de viaje se lleva todo lo
que tiene, también la fiebre.
Bartolo Cattafi
Un tren que sale siempre va a alguna parte
un hombre que sale no siempre va a alguna parte
  aunque viaje en el mismo tren;
un hombre que sale se lleva todo a cuestas
se lleva todo lo que tiene:
(también sus ganas de quedarse)
(también sus ganas de no ir a ninguna parte).

Internet, Antonio Aliberti


No renuncio a entrar a la red
y ser un punto virtual
entre millones de puntos virtuales
de todo el universo. Acepto el juego.
A lo que me opongo es a renunciar
a la caricia, a la palmada en el hombro
y, sobre todo, a prescindir
del antiguo saludo del sol,
los dedos de la lluvia
meciendo mi escasa cabellera.
Adhiero a la ilusión,
pero aspiro a la necesidad
de que el hombre se conmueva por el hombre.

Tantálica, Antonio Aliberti



Nos enamoramos de la noche
porque acumula los sueños de días muy largos.
Todo lo acumulado se ve a través de un velo
picoteado por las aves magníficas de la memoria;
pero no hay forma de mirar por las hendijas
que la escarcha va dejando en los ojos de los muertos,
porque los muertos, cuando menos se espera,
salen a caminar por las ramas de los árboles
y, desde lejos, parecen manzanas ahorcadas,
juegos de palabras, signos de interrogación
de preguntas que nadie ha elaborado todavía.
Hay sin embargo un dios en cada uno
y es ese dios que gobierna nuestros actos
cada vez que el cúmulo de días y los sueños
se funden en noche muy oscura,
donde las aves magníficas empollan
sobre un viejo fuego solapado;
y la memoria avanza, nos supera,
se ubica cada vez más adelante,
como un futuro que nunca alcanzaremos,
siempre en fuga,
siempre más allá de nuestras intenciones.

El Saludo, Antonio Aliberti



Mi abuelo se paraba para saludar;
se llevaba la mano a la cabeza
(había usado gorra alguna vez)
y saludaba con una reverencia.
A veces la gente salía
sólo para cruzarse con mi abuelo:
no era un saludo como tantos,
sino una ceremonia,
como cuando uno despierta de mañana
y ve la punta del sol en la cortina.
Cuando el día está nublado parece más largo.
No recibir su saludo era lo mismo.
Pero de pronto se le dio por mirarse al espejo
y no pudo reconocerse.
Entonces se sentó a buscarse adentro,
como quien se sumerge en una laguna de sueños.
Y los sueños tienen sus riesgos:
se parecen al agua turbia de un estanque,
al humo espiralado que llena la memoria.
A veces quisiera ir a visitarlo,
hacerle señas, llamarlo por el nombre;
pero no sabría responderme
porque está en su propio sueño,
que es posterior a mí,
y yo lo vería como si todavía no hubiera nacido,
como si todavía no tuviera nombre
y todo estuviera aún por suceder.
Vivimos en un mundo de cartón.
Ninguna cosa ha sido nunca.
O acaso sea sólo una metáfora,
como la gorra que alguna vez usó.

Antonio Aliberti, Biografía

Notas sobre la obra de Antonio Aliberti, un poeta notable
Por Amadeo Gravino

Antonio Aliberti

El querido compañero de innumerables aventuras poéticas y amigo entrañable de tantos años, Antonio Aliberti, el que ha dado el nombre a nuestro Café Literario, nació en el año 1938 en un pequeño pueblo de Sicilia, Italia. Vivió en nuestro país desde 1951 hasta julio del año 2000, cuando falleció tempranamente. Fue editor, periodista literario, crítico, antólogo, traductor, asesor de editoriales, corresponsal de revistas de poesía extranjeras, etc. Pero, por sobre todo, fue poeta, un auténtico poeta. Y los poetas viven para siempre en su poesía. Por eso, en este trabajo sólo quiero abordar ciertas características de su personal poética, la que para mí siempre fija una postura ética y trata el dolor del desarraigo, la integración a una nueva realidad extraña, y propone una serena reflexión profunda sobre las condiciones de organización del mundo a partir de la suma de estas dos circunstancias.Comienzo diciendo que coincido plenamente con la opinión de Carlos Alberto Débole, el que divide la obra de nuestro poeta en dos partes y dice que, la primera de ellas, va desde Poemas, de 1972, libro inicial de Aliberti hasta Mareas del tiempo, de 1981, su séptima publicación; pasando por El Hombre y su caliz, de 1973; Tráfico, de 1974; Ceremonia Íntima, 1975; Cuestión de Piel, 1978 y Estar en el mundo, 1979/80.En esa primera parte de su obra, las vertientes de Aliberti guardan estrecha relación con su condición de emigrado. Veamos como lo dice el fragmento de un poema de entonces:

Del árabe heredé este cuerpo árido,
este galope incesante de caballos
en el desierto interminable,


Allí, también aparece el mar, para la poesía tradicionalmente símbolo de la eternidad, como un simbolismo del amor-odio, representando tal vez el espacio vacío que dejó la vida del poeta entre dos mundos distantes, a los que nunca más podrá volver a unir; va un ejemplo:
Si he de viajar, quiero ir
-más allá del mar-
a un pequeño pueblo
anclado en medio del bosque
como un milagro.

En esos libros primeros, también el tiempo y su inasibilidad, y la preocupación social auténtica, se entroncan con el intento consciente del poeta de reconstruir una niñez que excede a su propia memoria o, en todo caso, que pertenece a la “memoria atávica”. Sin embargo, los poemas de Aliberti de entonces tampoco se apartan de la realidad que los rodea, aunque no la nombren explícitamente y sólo la rocen, encubierta a veces, generando nuevas y ricas sensaciones que la trascienden. Así nos dice:
Me duele –este tiempo-
como una lágrima viva.

Al respecto, escribió hacia 1985 sobre la poesía de Aliberti el querido maestro Alberto Luis Ponzo: “Ya en 1973, su íntima indagación le hace desechar un recurso frecuente por aquellos años: el de la crítica social retórica y estéril. Su sensible lenguaje nunca se confunde, sin embargo, con la actitud evasiva, típica de otras corrientes de aquella época”. La segunda parte de la obra de Aliberti va desde el libro Lejanas Hogueras, de 1981, hasta Nessun Maggior Dolore, del año 1997, su libro póstumo. Lejanas Hogueras es un texto de ruptura que consta de dos partes de varios tiempos breves cada una de ellas: obra profunda, de características infrecuentes en nuestra poesía. Hay allí una manera válida de agotar las obsesiones que poblaban los libros anteriores del poeta: pasado, presente y futuro desfilan ahora sucesivamente por sus páginas. También revela intuiciones, confesiones, relámpagos de una vida que va definiéndose como una grieta; veámoslo en unos versos del libro:
La grieta
por donde me pierdo,
los trozos de mí mismo
desencontrados,

En ese libro ya el poeta logró fundir, experiencias de origen que venía tratando, con nuevas vivencias acumuladas en nuestro país. Además, la lectura del volumen evidencia que Aliberti ha crecido como creador y es ahora dueño de una voz personal, de un estilo propio. Esta obra se publicó en edición bilingüe (castellano-italiano) y recibió importantes premios aquí y en Italia. En aquél país, al comentárselo, se habló de un logrado realismo metafísico y también de un retorno a la palabra pura.
El siguiente libro de Aliberti es Límites posibles, de 1983. En este volumen formidable, según lo expresó Raúl Gustavo Aguirre, nuestro poeta ya hace gala de un ritmo muy marcado y asimismo nos muestra que sus obsesiones se han ampliado considerablemente. El lenguaje es más suelto y se nos ofrece más expandido. Además, llama la atención aquí el uso que hace Aliberti de un recurso formal que le otorga a su poesía gran fuerza y dinámica: el remate propuesto casi a la manera en que se utiliza en los cuentos. Doy un ejemplo de ello:
Lo absoluto ha pasado
y ha dejado un charco donde nunca
hubo nada

En 1986 Aliberti publicó Cuartos contiguos, libro de transición según Jorge Ariel Madrazo, para el que también: “El resultado es un tono más carnal, más realista y metafísico a la vez”. Aquí ya percibimos la definitiva inserción del poeta en los problemas de nuestro país, lo que se manifiesta mediante una mayor riqueza técnica y a partir de un más atrevido uso de la palabra y la emisión más firme y más audible de la voz. Allí el poeta manifiesta:

Hasta que a los vientos del Sur los hice míos.
y también
Son tantos los hermanos que he perdido
que ya el goce se me hace necesario.

De 1987 es el notable Todos recordaron a Casandra: según muchos pensamos, el título más importante de Aliberti y uno de los mejores libros de poesía de los últimos años. Se trata de un texto crítico –como la mayoría de los del poeta- aunque aquí la crítica no sólo apunta a lo cotidiano, sino que se amplía, y sobre todo, se detiene puntualmente en la liviana conducta de los intelectuales frente a una sociedad que va perdiendo de vista valores esenciales que alguna vez la sostuvieron. Como mínimo ejemplo anoto:
Los héroes que no fuimos, que nunca más seremos
(corchos que flotan en el pecho
padecen cada día una derrota)

Este excelente volumen -tan calurosamente elogiado por Joaquín Giannuzzi y por María Rosa Lojo, entre otros- no desdeña ningún recurso de lenguaje y también muestra la formación clásica de Aliberti, sus conocimientos sobre mitología, arte y cultura griega; sobre música, teatro y literatura universales. Asimismo, evidencia en toda su dimensión, las intenciones humanísticas del poeta y un recurso que, sin serle desconocido en sus trabajos anteriores, pasa ahora a ser empleado por Aliberti con gran maestría: el sarcasmo. Se me ocurre como ejemplo:
hay que reclutar a los desamparados
ponerles un sello, una misma mueca en la cara
para que nadie pueda confundirlos así como así.


La última poesía publicada en vida por Aliberti está contenida en Delicado equilibrio, de 1991, un bello libro medular; La mujer que llegó al atardecer, Primer Premio del Concurso de Poesía de la MCBA, incorporado como parte de El llanto de Aquiles (1994) texto de estudio de la obra de nuestro poeta realizado por Agustín Gribodo;Incierta Vocación, de 1995, otro de los libros mayores de Aliberti y Nessun maggior dolore, de 1997, trabajo escrito y publicado en idioma italiano, en el que retoma, con visión madura y serena, algunas de sus primeras obsesiones.
Cabe consignar también que actualmente tengo en preparación una Selección de Poemas de Aliberti y que el querido amigo Ricardo Rubio –gran animador del mundo de nuestra poesía- encara el ordenamiento y la posible publicación de Los Poemas Inéditos que dejó el autor al morir.
Para finalizar estas apresuradas notas, las que sólo pretenden ser una aproximación al estudio de la obra del poeta, agrego que tras la relectura de todos sus poemas publicados, los que indudablemente se imponen al desgaste del tiempo, estoy plenamente convencido de que Antonio Aliberti es realmente una figura notable de nuestra cultura. Que es un creador que supo construirse un modo personal e inconfundible de comunicarnos su mensaje siempre cargado de sentido, sin tener necesidad de integrarse a los manierismos propios de los movimientos ocasionalmente de moda. Que Aliberti es un poeta mayor, sincero, talentoso, original. Que en toda su obra, el poeta logra sortear el riesgo de la uniformidad paralizante, mediante el empleo de un tono variado, el que le posibilita ser con naturalidad, actual y comprometido con su tiempo y, a la vez, con los más altos y permanentes valores de la poesía.

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domingo, 14 de abril de 2013

"Todo es un ir y por fin llegar", Nela Rio



La soledad retumba.
Quiere estallar de rabia 
el corazón
pero le brotan alas.

"Hoy es noche de sombras",
Claribel Alegría

Mi silencio retumba en el tuyo.
Enciende el correr de mi palabra
una pluma callada.
Se siembra el silencio
de pequeñas gotas.
Germina una palabra,
se avecina un gesto.
Comemos el pan
de cada día.
y volvemos a encontrar
la puerta, la quietud que se abre al mar.
Todo es un ir y por fin llegar.

Otoñal, Nela Rio

Inocentes en su caída
desnudas
se entregan al charco
con suavidad de humo.

Ahora peces,
las hojas nadan hacia el invierno.

(La Pájara Pinta 25, 2006)

Silencio, Nela Rio

He tratado de desvestir cada palabra
abrirla bebiendo su impureza
soñarla de distancias
constelar lo vivido
como una marcha sucesiva
pero la encuentro
como si tuviera sangre
y compusiera mi historia
sin conocerla todavía.
Cada una
emprendiendo el hacer de las memorias,
hormigueando en el borde del vacío,
y yo soltando inmensos días
alisando las palabras dulcemente
doblando las sombras
tropezando en sus cadencias.

Me desvisto de mí misma
me miro con ojos entornados
recupero la blandura del pasaje
y deseo la palabra
entregada como un mapa extenso.

(2004)

Nela Rio, Biografía


Alejo Ledesma, Córdoba (Argentina), 1938. Ciudadana canadiense desde 1977. Narrradora, artista (Arte Digital), investigadora (Poesía S. XVI) y promotora cultural (Exposiciones internacionales de poemas poster de poetas iberoamericanos contemporáneos). Fue catedrática universitaria. Directora del Grupo de Fredericton (A.I.P.), Canadá, Miembro del Patronato de la Asociación Prometeo de Poesía (A.P.P.), Presidenta de la Comisión de Autores Creativos, ACH. Fundadora de Arte Claro. Poemarios publicados: "En las noches que desvisten otras noches" (1989); "Aquella luz, la que estremece"(1989); "Túnel de proa verde/Tunnel of the Green Prow"(1998, 2004); "Los espejos hacen preguntas / The Mirrors Ask Questions" (1999); "Cuerpo amado/Beloved Body" (2002); "En las noches…./During Nights that Undress Other Nights" ( 2003); "Sustaining the Gaze/ Sosteniendo la mirada/ Soutenant le regard " (2004); "El espacio de la luz/The Space of Light" (2004). "Francisca sin techo" (Poema en cuatro cantos, trilingüe, DVD, 2004). Premios a poemarios: Special Merit Award (1991). 

jueves, 21 de marzo de 2013

Discepolín, Homero manzi


Sobre el mármol helado, migas de medialuna
y una mujer absurda que come en un rincón ...
Tu musa está sangrando y ella se desayuna ...
el alba no perdona ni tiene corazón.
Al fin, ¿quién es culpable de la vida grotesca
y del alma manchada con sangre de carmín?
Mejor es que salgamos antes de que amanezca,
antes de que lloremos, ¡viejo Discepolín!...

Conozco de tu largo aburrimiento
y comprendo lo que cuesta ser feliz,
y al son de cada tango te presiento
con tu talento enorme y tu nariz;
con tu lágrima amarga y escondida,
con tu careta pálida de clown,
y con esa sonrisa entristecida
que florece en verso y en canción.

La gente se te arrima con su montón de penas
y tú las acaricias casi con un temblor...
Te duele como propia la cicatriz ajena:
aquél no tuvo suerte y ésta no tuvo amor.
La pista se ha poblado al ruido de la orquesta
se abrazan bajo el foco muñecos de aserrín...
¿No ves que están bailando?
¿No ves que están de fiesta?
Vamos, que todo duele, viejo Discepolín...


Discepolín
Tango
Música: Aníbal Troilo
Letra: Homero Manzi



Sur, Homero Manzi


San Juan y Boedo antigua, y todo el cielo,
Pompeya y más allá la inundación.
Tu melena de novia en el recuerdo
y tu nombre florando en el adiós.
La esquina del herrero, barro y pampa,
tu casa, tu vereda y el zanjón,
y un perfume de yuyos y de alfalfa
que me llena de nuevo el corazón.

Sur,
paredón y después...
Sur,
una luz de almacén...
Ya nunca me verás como me vieras,
recostado en la vidriera
y esperándote.
Ya nunca alumbraré con las estrellas
nuestra marcha sin querellas
por las noches de Pompeya...
Las calles y las lunas suburbanas,
y mi amor y tu ventana
todo ha muerto, ya lo sé...

San Juan y Boedo antiguo, cielo perdido,
Pompeya y al llegar al terraplén,
tus veinte años temblando de cariño
bajo el beso que entonces te robé.
Nostalgias de las cosas que han pasado,
arena que la vida se llevó
pesadumbre de barrios que han cambiado
y amargura del sueño que murió.


Sur
Tango 1948
Música: Aníbal Troilo
Letra: Homero Manzi

Ninguna, Homero Manzi


Esta puerta se abrió para tu paso.
Este piano tembló con tu canción.
Esta mesa, este espejo y estos cuadros
guardan ecos del eco de tu voz.
Es tan triste vivir entre recuerdos...
Cansa tanto escuchar ese rumor
de la lluvia sutil que llora el tiempo
sobre aquello que quiso el corazón.

No habrá ninguna igual, no habrá ninguna,
ninguna con tu piel ni con tu voz.
Tu piel, magnolia que mojó la luna.
Tu voz, murmullo que entibió el amor.
No habrá ninguna igual, todas murieron
en el momento que dijiste adiós.

Cuando quiero alejarme del pasado,
es inútil... me dice el corazón.
Ese piano, esa mesa y esos cuadros
guardan ecos del eco de tu voz.
En un álbum azul están los versos
que tu ausencia cubrió de soledad.
Es la triste ceniza del recuerdo
nada más que ceniza, nada más...


Ninguna
Tango 1942
Música: Raúl Fernández Siro
Letra: Homero Manzi

Milonga sentimental, Homero Manzi


Milonga pa' recordarte,
milonga sentimental.
Otros se quejan llorando,
yo canto por no llorar.
Tu amor se secó de golpe,
nunca dijiste por qué.
Yo me consuelo pensando
que fue traición de mujer.

Varón, pa' quererte mucho,
varón, pa' desearte el bien,
varón, pa' olvidar agravios
porque ya te perdoné.
Tal vez no lo sepas nunca,
tal vez no lo puedas creer,
¡tal vez te provoque risa
verme tirao a tus pies!

Es fácil pegar un tajo
pa' cobrar una traición,
o jugar en una daga
la suerte de una pasión.
Pero no es fácil cortarse
los tientos de un metejón,
cuando están bien amarrados
al palo del corazón.

Milonga que hizo tu ausencia.
Milonga de evocación.
Milonga para que nunca
la canten en tu balcón.
Pa' que vuelvas con la noche
y te vayas con el sol.
Pa' decirte que sí a veces
o pa' gritarte que no.

Milonga sentimental
Milonga 1931
Música: Sebastián Piana
Letra: Homero Manzi


Malena, Homero Manzi


Malena canta el tango como ninguna
y en cada verso pone su corazón.
A yuyo del suburbio su voz perfuma,
Malena tiene pena de bandoneón.
Tal vez allá en la infancia su voz de alondra
tomó ese tono oscuro de callejón,
o acaso aquel romance que sólo nombra
cuando se pone triste con el alcohol.
Malena canta el tango con voz de sombra,
Malena tiene pena de bandoneón.

Tu canción
tiene el frío del último encuentro.
Tu canción
se hace amarga en la sal del recuerdo.
Yo no sé
si tu voz es la flor de una pena,
só1o sé que al rumor de tus tangos, Malena,
te siento más buena,
más buena que yo.

Tus ojos son oscuros como el olvido,
tus labios apretados como el rencor,
tus manos dos palomas que sienten frío,
tus venas tienen sangre de bandoneón.
Tus tangos son criaturas abandonadas
que cruzan sobre el barro del callejón,
cuando todas las puertas están cerradas
y ladran los fantasmas de la canción.
Malena canta el tango con voz quebrada,
Malena tiene pena de bandoneón.


Malena
Tango 1941
Música: Lucio Demare
Letra: Homero Manzi

Desde el alma, Homero Manzi


Alma, si tanto te han herido,
¿por qué te niegas al olvido?
¿Por qué prefieres
llorar lo que has perdido,
buscar lo que has querido,
llamar lo que murió?

Vives inútilmente triste
y sé que nunca mereciste
pagar con penas
la culpa de ser buena,
tan buena como fuiste
por amor.

Fue lo que empezó una vez,
lo que después dejó de ser.
Lo que al final
por culpa de un error
fue noche amarga del corazón.

¡Deja esas cartas!
¡Vuelve a tu antigua ilusión!
Junto al dolor
que abre una herida
llega la vida
trayendo otro amor.

Alma, no entornes tu ventana
al sol feliz de la mañana.
No desesperes,
que el sueño más querido
es el que más nos hiere,
es el que duele más.

Vives inútilmente triste
y sé que nunca mereciste
pagar con penas
la culpa de ser buena,
tan buena como fuiste
por amor.


Desde el alma
Vals 1947
Música: Rosita Melo
Letra: Homero Manzi / Víctor Piuma Vélez


El último organito, Homero Manzi


Las ruedas embarradas del último organito
vendrán desde la tarde buscando el arrabal,
con un caballo flaco y un rengo y un monito
y un coro de muchachas vestidas de percal.

Con pasos apagados elegirá la esquina
donde se mezclan luces de luna y almacén
para que bailen valses detrás de la hornacina
la pálida marquesa y el pálido marqués.

El último organito irá de puerta en puerta
hasta encontrar la casa de la vecina muerta,
de la vecina aquella que se cansó de amar;
y allí molerá tangos para que llore el ciego,
el ciego inconsolable del verso de Carriego,
que fuma, fuma y fuma sentado en el umbral.

Tendrá una caja blanca el último organito
y el asma del otoño sacudirá su son,
y adornarán sus tablas cabezas de angelitos
y el eco de su piano será como un adiós.

Saludarán su ausencia las novias encerradas
abriendo las persianas detrás de su canción,
y el último organito se perderá en la nada
y el alma del suburbio se quedará sin voz.



El último organito
Tango 1949
Música: Acho Manzi
Letra: Homero Manzi

Barrio de Tango, Homero Manzi


Un pedazo de barrio, allá en Pompeya,
durmiéndose al costado del terraplén.
Un farol balanceando en la barrera
y el misterio de adiós que siembra el tren.
Un ladrido de perros a la luna.
El amor escondido en un portón.
Y los sapos redoblando en la laguna
y a lo lejos la voz del bandoneón.

Barrio de tango, luna y misterio,
calles lejanas, ¡cómo estarán!
Viejos amigos que hoy ni recuerdo,
¡qué se habrán hecho, dónde estarán!
Barrio de tango, qué fue de aquella,
Juana, la rubia, que tanto amé.
¡Sabrá que sufro, pensando en ella,
desde la tarde que la dejé!
Barrio de tango, luna y misterio,
¡desde el recuerdo te vuelvo a ver!

Un coro de silbidos allá en la esquina.
El codillo llenando el almacén.
Y el dramón de la pálida vecina
que ya nunca salió a mirar el tren.
Así evoco tus noches, barrio 'e tango,
con las chatas entrando al corralón
y la luna chapaleando sobre el fango
y a lo lejos la voz del bandoneón.


Barrio de tango
Tango 1942
Música: Aníbal Troilo
Letra: Homero Manzi

Homero Manzi, Biografía







por Julio Nudler
Poeta y letrista
(1 de noviembre de 1907 - 3 de mayo de 1951)
Nombre completo: Homero Nicolás Manzione
Apodo: Barbeta

Manzi encarna, más que ningún otro, la presencia de la poesía en la letra del tango. Fue un poeta que no publicó ningún libro de poesías. El medio de su poética fue siempre la canción, desde los motivos camperos hasta la música urbana, en la que alcanzó su mayor realización. De esa manera gozó de inmensa popularidad, sin renunciar nunca a sus convicciones de poeta. Apeló a la metáfora, incluso surrealista, pero no avanzó demasiado por ese camino, que quizás hubiera dificultado la comprensión de su mensaje por el hombre común. No utilizó el lunfardo (argot de Buenos Aires) para expresarse, pese al compromiso popular de su obra literaria. A diferencia de otros grandes autores, sus letras no ofrecen crónicas de la realidad social ni imparten consignas morales. Sus versos suelen estar llenos de nostalgia, como el tango mismo. A través de ellos, Manzi arroja una mirada plena de ternura y compasión hacia los seres y las cosas. El barrio pobre, suburbano, es su gran escenario. Su tango "Sur", de 1948, con música del bandoneonista Aníbal Troilo, probablemente la obra suprema del género en aquella esplendorosa década, resume el sentido más profundo de su obra.
Homero Nicolás Manzione, como verdaderamente se llamaba, nació de madre uruguaya y padre argentino (se diría que como el propio tango) en Añatuya, un empalme ferroviario de Santiago del Estero, una casi desértica provincia del noroeste argentino, el 1º de noviembre de 1907. Allí probaba fortuna su padre como discreto hacendado rural. Con siete años Homero ya estaba radicado en Buenos Aires, para comenzar su educación en el colegio Luppi, del humilde y alejado barrio de Pompeya. Cada elemento de aquel paisaje -desde el largo paredón que recorría camino de la escuela hasta el terraplén del ferrocarril, en una mágica reunión de ciudad y pampa- quedará capturado en algunas de sus letras posteriores, como la de "Barrio de tango" (de 1942) y la de "Sur".
El vals "¿Por qué no me besas?", de 1921, fue su primer y olvidada pieza, con música de Fracisco Caso, quien años después vincularía a Manzi con Troilo. Nacería así uno de los más lúcidos binomios autorales del tango. La prematura muerte del poeta, abatido por un cáncer el 3 de mayo de 1951, fue llorada por Troilo con "Responso", un conmovedor tango instrumental. Este mismo músico genial y un Manzi agonizante habían rendido tributo a otro letrista fundamental, Enrique Santos Discepolo, con otro tango antológico: "Discepolín". Este moriría del corazón antes de concluir ese mismo año.
Un aporte decisivo de Manzi a la música rioplatense fue el remozamiento y la jerarquización de la milonga, género que convive con el tango como un testimonio de sus orígenes. Junto con el pianista Sebastián Piana escribió grandes clásicos, como "Milonga sentimental", "Milonga del 900" y "Milonga triste". Piana y Manzi son autores, además, de tangos tan prominentes como "El pescante" y "De barro", y de un vals de singular belleza: "Paisaje", sin olvidar a "Viejo ciego", cuyas notas -posteriores al poema- fueron puestas por Piana y Cátulo Castillo.
Otra vertiente particular en la obra de Manzi fue su mimetización con la fiebre romántica que contrajo el tango en los años '40, tendencia a la que legó piezas de extraordinario valor, como "Fruta amarga", "Torrente", "Después", "Ninguna" o "Fuimos". En este último, escrito con el inspiradísimo bandoneonista José Dames, Manzi construye un poema de imágenes enormemente audaces ("Fui como una lluvia de cenizas y fatigas / en las horas resignadas de tu vida...") para una canción popular, y, de hecho, "Fuimos" cautivó al público y a los intérpretes, quedando instalado como un paradigma del tango elaborado y estéticamente ambicioso.
De la extensa y rica producción de Manzi deben, como mínimo, destacarse un puñado de tangos sobresalientes, no en pequeña medida debidos a la calidad de los músicos que este poeta eligió como compañeros de creación. Ninguna antología del tango puede olvidar "Monte criollo", con Francisco Pracánico; "Abandono", con Pedro Maffia; "Malena", "Solamente ella", "Mañana zarpa un barco" y "Tal vez será mi alcohol" (que la censura obligaría a convertir en "Tal vez será su voz"), con Lucio Demare; "Recién", con Osvaldo Pugliese; "En un rincón", con Héctor María Artola; "Fueye", con el cantor Charlo; "Manoblanca", sobre una antigua página de Antonio De Bassi; los valses "Romántica", con Félix Lipesker y "Romance de barrio", con Troilo, y sobre todo dos tangos definitivos: "El último organito", con su hijo Acho, y "Che, bandoneón", con Troilo.
Los 44 años que vivió Manzi le alcanzaron también para ejercer el periodismo y la cátedra, para incursionar profusamente en el cine y para una intensa y azarosa militancia gremial y política, que concluyó con su adhesión al peronismo. La letra de tango fue, sin embargo, su verdadero elemento, y es hoy la que lo mantiene vivo.
 

Letras de Homero Manzi :
 
A su memoria (Vals)
 
Abandono (Tango)
 
Arrabal (Milonga)
 
Así es el tango (Tango)
 
Ay de mí (Triste campero)
 
Bandoneón amigo (Tango)
 
Barrio de tango (Tango)
 
Betinoti (Milonga)
 
Buenos Aires colina chata (Tango)
 
Calún Gangué (Candombe)
 
Campo afuera (Milonga)
 
Canto de ausencia (Tango)
 
Carnavalera (Milonga)
 
Che bandoneón! (Tango)
 
Cornetín (Tango)
 
Dale dale (Tango)
 
De ayer a hoy (Tango)
 
De barro (Tango)
 
De mi casa a tu casa (Aire de bailecito)
 
Desagravio (Tango)
 
Desde el alma (Manzi) (Vals)
 
Desde el alma (Piuma Vélez) (Vals)
 
Después (Tango)
 
Discepolín (Tango)
 
Dónde irás ilusión (Tango)
 
Duerme (Canción)
 
El pescante (Tango)
 
El último organito (Tango)
 
En un rincón (Tango)
 
Ensueño (Vals)
 
Esquinas porteñas (Vals)
 
Eufemio Pizarro (Tango)
 
Fruta amarga (Tango)
 
Fueye (Tango)
 
Fuimos (Tango)
 
Gato (Tango)
 
Gota de lluvia (Vals)
 
Hermana (Tango)
 
Horizontes (Tango)
 
Juan Manuel (Candombe)
 
La mariposa y la flor (Tango)
 
Llanto (Tango)
 
Llorarás, llorarás (Vals)
 
Lluvia (Vals)
 
Luna (Milonga)
 
Malena (Tango)
 
Mañana zarpa un barco (Tango)
 
Manoblanca (Tango)
 
Mariana (Milonga)
 
Más allá (Vals)
 
Matungo (Milonga)
 
Mi taza de café (Tango)
 
Milonga de los fortines (Milonga)
 
Milonga de Puente Alsina (Milonga)
 
Milonga del novecientos (Milonga)
 
Milonga sentimental (Milonga)
 
Milonga triste (Milonga)
 
Milongón (Milonga)
 
Monedas de poeta (Tango)
 
Monte criollo (Tango)
 
Muchacho de cafetín (Tango)
 
Negra María (Milonga)
 
Ninguna (Tango)
 
No te engañes (Tango)
 
Nobleza de arrabal (Manzi) (Tango)
 
Noches provincianas (Tango)
 
Oro y plata (Milonga)
 
Paisaje (Vals)
 
Pajarito (b) (Tango)
 
Pampa Luna (Canción)
 
Papá Baltasar (Milonga)
 
Parece mentira (Vals)
 
Pena mulata (Milonga)
 
Pianito de juguete (Tango)
 
Pluma de nido (Canción)
 
Por qué (b) (Tango)
 
Ramayón (Tango)
 
Recién (Tango)
 
Recordando (Milonga)
 
Romance de barrio (Vals)
 
Romántica (Vals)
 
Ronda de ases (Tango)
 
Ropa blanca (Milonga)
 
Se va la murga (Marcha)
 
Serenata gaucha (Vals)
 
Solamente ella (Tango)
 
Sosteniendo recuerdos (Tango)
 
Sur (Tango)
 
Tal vez será mi alcohol (Tango)
 
Tal vez será su voz (Tango)
 
Tango (Voz de tango) (Tango)
 
Tango de antes (Tango)
 
Tapera (Tango)
 
Te lloran mis ojos (Tango)
 
Torrente (Tango)
 
Triste paica (Tango)
 
Tu pálida voz (Vals)
 
Una lágrima tuya (Tango)
 
Una vez en la vida (Vals)
 
Valsecito de antes (Vals)
 
Veinticuatro de agosto (Tango)
 
Versos de un payador a la señora Eva Perón (Milonga)
 
Versos de un payador al General Juan Perón (Milonga)
 
Viejo ciego (Tango)

viernes, 15 de marzo de 2013

Balada del Amor Tardío, Dulce María Loynaz


Si Me Quieres, Quiéreme Entera, Dulce María Loynaz


SI ME QUIERES, QUIÉREME ENTERA

Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra...
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
y morena...
Quiéreme día,
quiéreme noche...
¡Y madrugada en la ventana abierta!

Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... O no me quieras!

La Mujer de Humo, Dulce María Loynaz


LA MUJER DE HUMO

Hombre que me besas,
hay humo en tus labios.
Hombre que me ciñes,
viento hay en tus brazos.

Cerraste el camino,
yo seguí de largo;
alzaste una torre,
yo seguí cantando...

Cavaste la tierra,
yo pasé despacio...
Levantaste un muro
¡Yo me fui volando!...

Tu tienes la flecha:
yo tengo el espacio;
tu mano es de acero
y mi pie es de raso...

Mano que sujeta,
pie que escapa blando...
¡Flecha que se tira!...
(El espacio es ancho...)

Soy lo que no queda
ni vuelve. Soy algo
que disuelto en todo
no está en ningún lado...

Me pierdo en lo oscuro,
me pierdo en lo claro,
en cada minuto
que pasa... En tus manos.

Humo que se crece,
humo fino y largo,
crecido y ya roto
sobre un cielo pálido...

Hombre que me besas,
tu beso es en vano...
Hombre que me cines:
¡Nada hay en tus brazos!

La Balada del Amor Tardío, Dulce María Loynaz


LA BALADA DEL AMOR TARDÍO

Amor que llegas tarde,
tráeme al menos la paz:
Amor de atardecer, ¿por qué extraviado
camino llegas a mi soledad?

Amor que me has buscado sin buscarte,
no sé qué vale más:
la palabra que vas a decirme
o la que yo no digo ya...

Amor... ¿No sientes frío? Soy la luna:
Tengo la muerte blanca y la verdad
lejana... -No me des tus rosas frescas;
soy grave para rosas. Dame el mar...

Amor que llegas tarde, no me viste
ayer cuando cantaba en el trigal...
Amor de mi silencio y mi cansancio,
hoy no me hagas llorar.

La Hormiga, Dulce María Loynaz


LA HORMIGA
La miel guardé y se me agrió la miel:
-Mariposa con sed junto a mis rosas...-

Guardé la luz y se extinguió en lo obscuro:
-Noche la de tu amor... ¡Y sin auroras...! -

Guarde el beso... y el beso se hizo estrella,
dulzura muerta, claridad remota
y fría... -Tú en la tierra; yo en la tierra...
la tierra dura que se pega... -Ahora
guardo la estrella y me pregunto a veces
qué nueva frialdad será en la hora
de mañana, qué sal aun no probada,
¡qué sombra todavía entre mi sombra!...

Dulce María Loynaz, Biografía



(Dulce María Loynaz y Muñoz; La Habana, 1903 - 1997) Poeta y narradora cubana cuya primera obra se inscribe en el posmodernismo insular, dentro del cual fue la figura más representativa de la línea purista. La lírica de Loynaz sedujo por su sencillez y naturalidad y el ritmo y la musicalidad de sus versos, en los que predominó una temática en ocasiones fruto de la angustia y del enigma y motivada por el amor.
Fue la mayor de cuatro hermanos nacidos de la unión entre María de las Mercedes Muñoz Sañudo y el general Enrique Loynaz del Castillo. Última descendiente de una estirpe de fundadores, sus antepasados provenían del País Vasco, y entre ellos se contaban varios personajes ilustres que habían destacado sobre todo en el ámbito militar y religioso. En su familia no existían, sin embargo, antecedentes literarios, aparte de algunas composiciones de su padre, escritas como aficionado.
Su infancia transcurrió en una casa del popular barrio cubano de El Vedado, donde había nacido y donde vivió la mayor parte de su vida. Creció, junto con sus hermanos Enrique, Carlos Manuel y Flor, rodeada por un ambiente cultivado, en el que se fomentaba la expresión artística y que acogió con satisfacción la incipiente sensibilidad poética que despertaba en ella. Se educó en su hogar bajo la atenta mirada y los cuidados de su padre, y ni ella ni sus hermanos asistieron jamás a un colegio. Pese a ello, adquirió y asimiló en profundidad una vasta cultura, que alimentaría toda su trayectoria literaria y que se reflejaría en cada una de sus palabras.
En 1919 publicó sus dos primeros poemas, Vesperal eInvierno de almas, en el diario La Nación, que significaron la entrada de Loynaz en el mundo de las Letras. Posteriormente, estudió Derecho Civil en la Universidad de La Habana, y se doctoró en 1927. Fue doctor "Honoris Causa" por esta misma universidad. En 1928 empezó a escribir su novela lírica Jardín, que terminaría siete años después y que no se publicaría en España hasta 1951.
Esta obra es una especie de autobiografía poetizada en la que son elementos fundamentales la memoria, la imaginación y el sueño. Se nutre de sentimientos y recuerdos de los años pasados un su casa de El Vedado y, sobre todo, en el jardín que la rodeaba. La autora convierte lo que fue un lugar real, en el que transcurrieron muchos momentos de su vida, en un mundo imaginario, ensoñador y simbólico, en su paisaje íntimo, a través del cual percibe, entiende y expresa los movimientos y recovecos de su alma. En esta obra, como en el resto de su producción poética y novelística, la autora expresa su deseo de comunión con los demás, con la naturaleza y con los objetos, en una especie de unión mística con el mundo.
Es fundamental en su estilo la influencia de Juan Ramón Jiménez. En las composiciones de Loynaz encontramos una ternura, delicadeza y melancolía que recuerdan, sin duda alguna, la expresión intimista de Platero y yo, la popular obra del poeta. Él mismo reconoce estas semejanzas entre ambos en un artículo del año 1942, que publica en la revista semanal Buenos Aires. En 1929 viajó a Turquía, Siria, Libia, Palestina y Egipto. En este momento escribió su obra Cartas de amor al Rey Tut-Ank-Amen, inspirada por su visita a la tumba del famoso faraón. Un año después conoció a García Lorca, con el que mantuvo una entrañable amistad y que fue uno de los muchos amigos que hizo en España.En el año 1937 se casó con su primo Enrique de Quesada y Loynaz, pero su matrimonio fracasó, y la pareja se divorció siete años después. En 1938 publica Versos, una recopilación de poemas escritos entre 1920 y 1938, y Canto a la mujer estéril. En 1946 contrajo matrimonio con el periodista Pablo Álvarez de Cañas, originario de las Islas Canarias. A partir de este momento inició una serie de viajes que la llevarían por gran parte de América del Sur (Chile, Argentina, Uruguay y Brasil), y desde 1947 hasta 1958, también por España, país con el que mantuvo una profunda relación y que visitó en numerosas ocasiones.
Dedicó a esta tierra gran parte de su obra, que tuvo en ella una enorme y cálida acogida. Su persona siempre fue recibida con honores, y fue galardonada en diversas ocasiones por su talento poético. En 1947 recibió la Cruz de Alfonso X el Sabio, en 1951 fue elegida Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Arte y Letras, y homenajeada en las Islas Canarias, donde fue declarada Hija Adoptiva de Puerto de la Cruz. Un año más tarde, Gabriela Mistral la propuso como candidata al Premio Nobel de Literatura. En 1953 la Universidad de Salamanca le otorgó a modo de homenaje la cátedra Fray Luis de León, y el mismo año asistió como delegada al Segundo Congreso de Poesía, presidido por Azorín. Dos años después fue nombrada académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo.
De esta época son las obras Juegos de agua; versos del agua y del amor (1947); Mi poesía autocrítica(1951); Poemas sin nombre (1953); Obra lírica (1955), que recopila todos sus versos anteriores; Últimos días en una casa (1958) y Un verano en Tenerife, publicado el mismo año. También durante este período escribió diversas crónicas en las que dio a conocer sus impresiones acerca de sus viajes por América del Sur, Europa y España. Algunos de estos artículos, que aparecen en periódicos como El País y Excélsior, son: Impresiones de un cronista (1947);Crónicas de América del Sur (1947); El Succés de la semana (1948); Crónicas de ayer (1954) y Entre dos primaveras (1954). Dio recitales de poesía por toda la Península, además de numerosas conferencias, comoGertrudis Gomez de Avellaneda, La Gran Desdeñada;Poetisas de América; Mujer entre dos islas y El último rosario de la reina, ambas de 1951, y Gabriela y Lucila(1957).
Un año más tarde regresó a su tierra natal y a la paz de su casa de El Vedado para dedicarse desde allí a la literatura. También en Cuba se reconoció su valía, y se la tuvo en gran estima, siendo elegida miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua en 1959, condecorada con la Distinción Por la Cultura Nacional por el Ministerio de Cultura de Cuba en 1981, y proclamada miembro Emérito de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en 1989.
Cabe destacar también sus obras Nueve poetas cubanos del siglo XX; Fe de vida; La novia de Lázaro;Antología lírica; Poesías escogidas (1985); Bestiarium(1991), que recoge algunos de sus pomas breves escritos en los años veinte, y Poemas náufragos(1991), por los que recibió el Premio de la Crítica en Cuba de 1992. Este mismo año se le otorgó el Premio Miguel de Cervantes de Literatura en España, siendo elegida entre candidatos como Mario Vargas Llosa, Camilo José Cela y Rosa Chacel, entre otros. Por la pureza de su voz lírica y su cautivadora expresividad, se la considera una de las representantes femeninas más ilustres de la poesía latinoamericana.

domingo, 10 de marzo de 2013

Virgilia D'Andrea, Biografía


Virgilia D'Andrea (1890-1933):

maestro, poeta, anarquista
Robert D'Attilio
32
El último libro de Virgilia D'Andrea, antorchas en la noche , sale de la impresora, literalmente, unas horas antes de su muerte, que se produjo hace unos sesenta años, el 11 de mayo de 1933.La foto conmemorativa que se inserta en el libro muestra a una mujer poco común negros cabellos y ojos intensos, ojos brillantes bajo una mata de pelo oscuro escudriñar en profundidad.La imagen da la impresión de una forma fuerte, por los acontecimientos dramáticos, una impresión confirmada por los acontecimientos de su vida. La vida comenzó en una. Tranquila y agradable en la ciudad provincial de Sulmona, en los Abruzos, en una familia que, si bien no es rico goza de un grado de confort A la edad de seis años de su infancia es trágicamente interrumpida en el espacio de unos pocos meses perdió a su madre, su padre (que murió en una pelea por cuestiones de amor) y dos hermanos. Huérfano y sin familia IU vaya a un instituto religioso. Dentro de los estrechos límites en que se vive, se las arregla para capturar no sólo una educación de buena calidad, pero también - aunque parezca inverosímil - el estímulo que conduzca al anarquismo. Cuando Gaetano Bresci mata Umberto I en 1900, a los alumnos del instituto se les manda a orar por el rey muerto. Y preguntas sobre Bresci presentadas por Virgilia, que se pregunta sobre las razones detrás del acto y el hombre que lo ofrecido, la réplica de sus superiores es que es un loco, un criminal, y eso es todo. Insatisfecho con la respuesta, Virgilia descubrir más tarde - a través de los poemas de Ada Negri - la razón que había llevado a Bresci para actuar: en represalia por haber masacrado a los inocentes. La verdadera causa de la muerte del rey, que ahora parece claro, el impulso hacia la justicia social y Bresci siempre será para ella una figura mítica: su acto es que el puerto en la ruta del anarquismo. Después del instituto religioso, Virgilia asistió a la Universidad de Nápoles y, después de terminar sus estudios, comenzó a enseñar. Pero su existencia se vuelve a tomar en los eventos más importantes de su vida. En primer lugar se encuentra en medio del catastrófico terremoto en 1915 que cayó sobre los Abruzos y Avezzano en particular, un fenómeno natural con respecto a la que poco se puede hacer si usted no sobreviven. Poco después, se anunció la inminente entrada de Italia en la Primera Guerra Mundial, un evento este último construido por el gobierno y las fuerzas sociales especificados, las fuerzas contra las que usted puede poner una resistencia. La destrucción física de la ciudad en la que vivió y marcó pone fin a esta fase de su vida y Virgilia dejar el aula para el terreno más amplio de activismo social. Comience a tomar parte en los disturbios anti-intervencionista y termina convirtiéndose en realidad un militante anarquista. Se encuentra en Florencia, en 1917, durante una reunión secreta de los sindicatos italianos (USI) se reafirma en que la postura anti-guerra, donde conoció a Armando Borghi. Se enamoran casi inmediatamente y, como Borghi, "estábamos a quince años de trabajo, luchas, angustias, de ostracismo, la persecución, el encarcelamiento, el exilio, sin cambios, siempre ligados entre sí por el afecto y la estima ". Su vida juntos se convierte en un torbellino de actividad: inseparables, se convierten en los cinco años siguientes a la fuerza motriz vital para el movimiento anarquista italiano. Virgilia escribe artículos para la "guerra de clases", el diario de la universidad, conferencias, está encarcelado (en Bolonia y Milán), sustituye a Borghi como secretario de la Universidad, cuando fue detenido y, en los momentos de calma forzada, escribe poemas en la cárcel. Las esperanzas de una revolución social inminente anarquistas en Italia son rinfocolate por el regreso de Errico Malatesta en 1919. Virgilia lo conocí poco después de su regreso y, junto con las aldeas, se convirtió en uno de los más cercanos colaboradores de Malatesta en el propósito común de llevar a la madurez de la revolución social en Italia y la lucha contra el fascismo naciente. La prisión, el asesinato de Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg, el fracaso de la insurrección espartaquista en Alemania, el fracaso de la ocupación de las fábricas que no pueden desencadenar la revolución social ... estos son los temas abordados en sus poemas, eventos que fortalecen y confirman su sueño de una sociedad más justa. La lección de Bresci, "el gesto Avenger", está profundamente grabado en su mente. En el momento del ataque trágico en el teatro Diana no duda ni un momento para defender la actuación de sus compañeros. Existe un debate considerable sobre los hechos de Diana en las páginas de las publicaciones anarquistas y Virgilia aparece varias veces en defensa de sus compañeros y la ética de errorismo revolucionario. (Algunos de estos artículos han sido recogidos en el folleto El Tiempo Maramaldo ). Es una posición que nunca se irá. Lo mismo Malatesta tomó nota de esta actitud y, en su introducción al primer libro de poemas de Virgilia, Tormento , publicado en Milán en 1922, escribe: "Virgilia D'Andrea poeta anarquista ... utiliza la literatura como arma ... lanza sus versos como un reto para el agresor, un incentivo a la pereza, un estímulo a compañeros de lucha ... saludarla como a una hermana. " El advenimiento del fascismo requiere Virgilia D'Andrea y Armando Borghi para salir de Italia, a partir de la vida de vagabundo que comparten la mayor parte de la oposición radical al fascismo. Después de una corta estancia en Berlín, al llegar a París, donde viven para los próximos cuatro años (1923-1926). Los pueblos de los Estados Unidos a finales de 1926, pero Virgilia permanecer en Francia hasta 1928. En París existe en el momento una colonia muy grande de anarquistas y activistas anti-fascistas y Virgilia se sumerge inmediatamente en una intensa actividad política. Sigue apoyando, de hecho para celebrarlo, la violencia del acto individualista y revolucionario y canta las alabanzas de Mario Castagna, Bonomini Ernesto, Lucetti Gino, Sante Pollastro.Ilsuo implica el deseo de acción, aunque marginalmente, en la controvertida " affaire Garibaldini » mientras criticando fuertemente el hecho de que las mujeres no pueden participar en la acción armada. Comenzó a publicar su artículo, "Vigilia", que se estrenará en el período 1926-1927 y que hará su parte para promover la campaña en París en favor de Sacco y Vanzetti. En 1928, cansado y enfermo, pone fin a su estancia en París y viajó a los Estados Unidos, donde se reunió con Borghi.Llegó a los Estados Unidos, Virgilia continúa su incesante actividad para la causa anarquista. A lo largo de los Estados Unidos, desde la costa este a California, hablando en pequeñas habitaciones polvorientas, en lugares de picnic al aire libre en la característica del radicalismo político de la época. Sus clases son muy populares en la comunidad italo-americana radical y siempre atraen a un público más amplio y entusiasta. A pesar de la diversidad de puntos de vista (organizadores contra los anti-organizadores) a menudo escribe en "The Gathering de Refractarios," como siempre luchando por los militantes anarquistas acciones en cualquier parte del mundo, por lo tanto, por Severino Di Giovanni y Sbardellotto Angelo. A Nueva York se encuentra con el último rival de Bresci quienes tendrán la oportunidad de conocer personalmente: Michele Schirru, a menudo invitado en su casa y su gran admirador. En 1932, durante una gira de conferencias en Massachusetts, su estado de salud, que nunca había sido muy buena, mucho peor. Debe someterse a una cirugía, realizada por casualidad la hija de Luis Galleani, el Dr. Ilya Galleani, pero sin ningún éxito. Un año más tarde murió de un tumor maligno. Y más de un grito. Las ventajas de Virgilia D'Andrea como escritor, poeta, periodista y propagandista de la causa anarquista son muchos, pero a los ojos contemporáneos más de su trabajo ahora parece muy anticuado. Sin embargo, sigue siendo vital la forma en que está dedicado a su ideal, la pasión que tengo. Ella siempre lloraba en voz alta para el beneficio de las razones de la voluntad, la ley que un rebelde tiene que tomar las armas contra la injusticia social ", que murió por la verdad y por la justicia no se ganó, pero el ganador".

Bibliografía Torment , poemas (con un prefacio de E. Malatesta), Milán, 1922, The Time Maramaldo , Brooklyn, 1925;         antorchas en la noche , los poemas, New York, 1933; anarquía Recall , Antistato, Cesena, 1965.

Virgilia D'Andrea


Viva la Anarquía, Virgilia D'Andrea


Viva l'Anarchia! [Live Anarchy largo!] En memoria de Severino Di Giovanni y Paulino Scarfó

Habla, dime entonces: Fue un sueño:
Una visión de una mente torturada:
El espasmo de un sueño heridos:
La angustia de una angustia intrusivo.
Estoy sufriendo y tenso y mi corazón está desgarrado.
Habla, dime, tú: Tú lo soñado
No mires a mí, absorto en el dolor,
Con esa mirada triste y preocupado.
Dime ... pero no ... la cosa espantosa es verdad!
Verdadero! ¿Es que permanecer inmóvil y degradados,
Llorando en las sombras de la noche oscura,
Pale Hamlets, cojera y perdido?
Después ... en las calles, en las colinas, con vistas a las llanuras
Nuestros avances ira como una tormenta
- ¿Qué, rápido, sombrío y monstruoso -
Los cebos y los desafíos y abruma y rompe y pisotea bajo sus pies.
A lo que el torbellino se desata y relámpagos
Puente cada abismo profundo y trágico
Como terror masivo estallar en llamas,
Eventualmente reducir el mundo a ruinas.
***
Ayer por la noche, los amigos, vi a uno de ellos.
Es difícil hablar ... En mi garganta
Un remolino silencioso, asfixia ...
Todas las palabras estrangulado por un sollozo.
Ese rostro envuelto en el resplandor del amor
Amenazadas entre los hierros estrechamente unidos;
Con su silencio sin miedo, desprecio
Hablaba desprecio por la vida y grilletes.
No hizo un murmullo, ni un quejido
Ni una lágrima perdida en los ojos.
I, conteniendo la respiración ante el recuerdo,
¿Puede sentir las gotas de sudor en mi frente.
Para estar a tu lado, impotente y traspasado
A medida que se rompió bajo el tormento interior ...
Con la mente girando, oscurecimiento
Y ... maldición ... para ser incapaz de hacer nada!
En medio de las nubes, el momento fatal inminente;
En medio de los fantasmas retumbantes raya el alba;
Y desde el patio a esas malditas paredes
A pesar Grim desliza las huellas y se alza ...
Y de aquel que pasos como si a un trono,
Para que la inercia de la mía, para que fechoría,
Yo trato de ser juzgado, a desear el perdón ...
Sin embargo, con los labios temblorosos de un corazón roto.
Guapo, fuerte, extático, solemne,
En medio de los rifles entrenado con él,
Un gigante luminoso que se convierte,
Desafiando a la multitud, las mentiras, las Parcas;
Cuando llegó la orden de "¡Fuego!"
Un ardor tembloroso hinchó el pecho,
Y él gritó "Viva.!" "A su credo ...
Y el sol bebía en su grito.
Envuélvalo en tu abrazo efusivo, oh Libertad;
Embrague esas cerraduras dispersas a sus cielos claros;
Quizá alguna vez un amante más fiel
Vamos a morir entre tus brazos?
De la tierra que en la vida se aceleró su sangre;
Desde lo más recóndito de prisión horrible:
De los lugares secretos donde gime de dolor;
Desde los abismos del dolor y la pasión;
Viene el auge de un grito como;
Un accidente se agita y se desvanece y suspiros;
Tierra y cielo fango terror
Y condena recae sobre el hecho escandaloso.
Rosas de sangre encubrir ese cuerpo hermoso
Mientras que los cielos están aislados en sus ojos ...
Un ruiseñor canta dulcemente
Y el amanecer se funde en una niebla fina ...
***
Cuando, en su adolescencia, él dio un paseo por el bosque
Orgulloso en medio de las colinas y ramas de rosa.
Cuando a través de los campos caminaba impávido
A lo largo de los caminos de enredaderas de plantas aromáticas;
Cuando el Abruzzo de su bosque encantado
Esparcir su camino y el corazón con sueños ...
Y el río lento, cargado de remordimientos
Resultó dulzura en mal de amores;
Cuando el sol se blanquea el pelo a oro
Y su boca muestra prímulas,
Y a partir de acantilado escarpado barranco y
Buscó sólo las canciones y de los lugares eco
La vida, ese espectro oscuro y siniestro,
Trampas colocadas a lo largo de su camino ...
Entonces, después de haber herido en su alma,
Lo arrojó a las aguas tormentosas de su destino.
Y así como él recorrió las colinas y montañas
Por un sueño de gloria éxtasis ...
Una granja solitaria más allá de los puentes tranquilas
Lilted tristeza: Una cuna de recuerdos ...
***
Oh mundo, oh miserable mundo de Caín;
Eso impone sus infamias de las leyes.
Y el hombre justo asesinatos y la Rebel
Y erige templos y tronos en la sangre.
Mundial de fraudes y astutos hombres de mediana.
De ladrones, traficantes y tramposos;
Mundial de inmundicia y bien alimentados vientres
Repleto de crímenes horrendos y oscuros;
Yo, poeta de la mafia, del dolor
Me encantaría saber aprovechar por el cuello el día de hoy;
Y, puede estar seguro ... en el fango y la arcilla de base
De buena gana hundir su hocico.
Y, convertido en dos garras poderosas,
Dig ellos profundamente en su pecho;
Para ver la vida menguar poco a poco de ti ...
Mientras que ríe ... ¡Oh maldito mundo!
Virgilia D'Andrea
De: L'adunata dei REFRATTARI, 28 de marzo de 1931. Traducido por: Paul Sharkey .

Viva l'Anarchia, Virgilia D'Andrea


Viva l'Anarchia! [Long Live Anarchy!] In memory of Severino Di Giovanni and Paulino Scarfó

Speak, tell me then: It was a dream:
A vision in a tortured mind:
The spasm of a wounded dream:
The anguish of an intrusive distress.
I am suffering and tense and my heart is torn asunder.
Speak, tell me, you: You dreamed it
Do not gaze upon me, rapt in pain,
With that sad and worried look.
Tell me… but no… the ghastly thing is true!
True! Do they lie still and degraded,
Weeping shadows in that dark night,
Pale Hamlets, limp and lost?
After … in the streets, in the hills, overlooking the plains
Our anger advances like a storm
- Which, swift, gloomy and monstrous -
Baits and challenges and overwhelms and tears apart and tramples underfoot.
Whereupon the whirlwind is unleashed and lightning bolts
Bridge every deep and tragic chasm
As massed terrors erupt into flame,
Eventually reducing the world to ruins.
***
Last night, friends, I saw one of them.
It's hard to talk… In my throat
A swirling, noiseless choking…
All words strangled by a sob.
That face shrouded in love's glow
Loomed between the tightly-bound irons;
With its fearless, scornful silence
It spoke disdain for life and fetters.
It made not a murmur, not a whimper
Not a stray tear in the eyes.
I, breath bated at the recollection,
Can feel the drops of sweat upon my brow.
To stand beside you, impotent and transfixed
As you broke under the torment inside…
With mind spinning, darkening
And… curses… to be powerless to do anything!
Amid the clouds the fatal moment looms;
Amid rumbling ghosts the day breaks;
And from the yard to those damned walls
Grim spite slips the traces and rears up…
And of Him who strides as if towards a throne,
For that inertia of mine, for that misdeed,
I try to plead, to crave forgiveness…
But with lips quivering from a broken heart.
Handsome, strong, ecstatic, solemn,
Amid the rifles trained upon him,
A luminous giant he then becomes,
Defying the mob, the lies, the Fates;
When the order came to “Fire!”
A quivering ardour swelled his breast,
And he cried “Viva.!”' to his creed…
And the rising sun drank in his cry.
Wrap him in your fulsome embrace, O Liberty;
Clutch those scattered locks to your clear skies;
Did ever a more faithful lover
Come to die between your arms?
From the earth that in life quickened his blood;
From the recesses of ghastly imprisonment:
From the secret places where pain whimpers;
From the abysses of pain and passion;
Comes the boom of a like cry;
A crash stirs and fades and gasps;
Earth and heavens ooze terror
And condemnation falls upon the outrageous deed.
Roses of blood cloak that beautiful body
Whilst the heavens are marooned in its eyes…
A nightingale sings sweetly
And the dawn melts into a thin mist…
***
When, in his adolescent years, he strolled through the woods
Proud amid the hills and rose boughs.
When through the fields he strode undaunted
Along the vine-scented paths;
When the Abruzzo from its enchanted woodland
Strew his path and heart with dreams…
And the sluggish river, laden with regrets
Turned sweetness into love sickness;
When the sun bleached his hair to gold
And his mouth sampled primroses,
And from cliff and rugged gorge
He sought only the echoing songs and haunts
Life, that dark and baleful spectre,
Laid snares along his path…
Then, having wounded him in his soul,
Tossed him into the stormy waters of his fate.
And even as he scoured the hills and mountains
For a dream of ecstatic glory…
A lonely farmhouse beyond the quiet bridges
Lilted sadly: A cradle of memories…
***
O world, O abject world of Cains;
That imposes your infamies with laws.
And murders the Just man and the Rebel
And erects temples and thrones upon the gore.
World of frauds and sly middle-men.
Of thieves, dealers and cheats;
World of filthy, well-fed bellies
Replete with horrendous, dark crimes;
I, poet of the mob, of pain
Would love to seize you by the throat this day;
And, rest assured … into the mire and the base clay
Would fain plunge your snout.
And, become two mighty talons,
Dig them deep into your breast;
To watch the life ebb gradually from you…
Whilst chortling … O accursed world!
Virgilia D'Andrea
From: L'Adunata dei Refrattari, 28 March 1931. Translated by: Paul Sharkey .