jueves, 27 de mayo de 2010

Llegué....., Mario Chiappetta

Llegué
no se donde
la angustia me duele
y la soledad
el llanto
las palabras no dichas
los hechos no realizados
y el amor.

Me duele
la vida
la incomprensión
el no dar a los demás.

Me quiebra
lo solemne
la vanidad
el no escuchar al otro.

Me invade
la tristeza
el dolor
la desesperanza
de no encontrar respuestas.

martes, 18 de mayo de 2010

Porque el grito..., Mario Chiappetta

Porque el grito
y el llanto
palpitando insoportablemente.
Que queda
después del dolor.
La angustia tensa
la melancolía
levantándome del suelo inerte.

Miro tus ojos
amo tus ojos.
Soy una lágrima
a la deriva
buscando siempre
la lluvia y el sol.

Solo encuentro
la luna
en tu rostro
también en tu alma.
Te veo
en cualquier lugar
cuando me faltas.

lunes, 17 de mayo de 2010

Malena, Joan Manuel Serrat

Tinta Roja , Andres Calamaro

Adios Nonino, Astor Piazzolla

Cafetín de Buenos Aires, Edmundo Rivero

Naranjo en flor, Roberto Goyeneche

La Yumba, Osvaldo Pugliese

Cambalache, Julio Sosa

Quejas De Bandoneon , Anibal Troilo

El día que me quieras, Carlos Gardel

El choclo

Síntesis de la historia del Tango, Raúl Cadena Cepeda


Noviembre 2,006



El Tango nace Música, se transforma en movimiento, y culmina en canto y poesía.



“Fiesta y baile de negros, y de gente del pueblo en América”, así lo define la Real academia de la lengua Española del año 1803.



Debieron pasar 100 años para que el diccionario mencionara al tango como: “Baile argentino de pareja enlazada. Forma musical binaria y compás de dos por cuatro, difundido internacionalmente”.



La realidad es que los orígenes de este baile, se remontan al vocablo de las lenguas africanas que acompañaron a los esclavos al Río de la Plata, y cuyo significado es: “Lugar cerrado”,



El lugar de reunión de los esclavos, tanto en África como en América, era llamado Tango.

Y así nombró Buenos Aires a las casas en los suburbios donde, a comienzos del siglo XIX, los negros se reunían para bailar y olvidar temporalmente su condición de miserables.



“TANGO: “ Del bajo fondo nacen tus voces amuradas del destino. Si tu cuna fue un burdel, si venís de la milonga y la habanera, También fuiste creado por el dios del arrabal, y saliste desde aquí, para el mundo conquistar. “



Mezcla de códigos cerrados y esotérico lenguaje, el tango germina en arrabales, en conventillos y salones.



En 1880 convivían dos tipos de tango. Uno de ellos producto del tango andaluz. Y el otro, de la milonga. También había un tango con influencia habaneril. Y por último, una especie musical de origen africano: "El tango de los negros".



De esa suerte de bruma primigenia, surgen envueltos los orígenes musicales de este baile, que sobrevive al tiempo, por la milonga, transitando sucesivos cambios de ritmo (6 X 8 al 3 X 4 y luego 6 X 8 al 2 X 4). Eso le da su base y sentido musical.



La milonga se transforma en la década de 1880. Adquiere coreografía, y comienza a llamarse tango.

Se inicia así la primera época que va, desde 1880 hasta inicios del siglo pasado. Es ésta en verdad la etapa de los auténticos precursores, los que abren la puerta grande a los creadores de la GUARDIA VIEJA, que en las dos primeras décadas del siglo XX, no sólo impondrían una nueva modalidad de música y danza, sino que además la divulgarían por el mundo entero.

Y aunque apenas queden rastros de su talento precursor, cabe recordar que los forjadores, los "inventores" de esa música fascinante de ritmo pegadizo y bravío fueron en su mayoría, hombres de extracción obrera.


A finales del siglo XlX, en los bares y cabarets de la calle Necochea de La Boca, empezaba a escucharse las incipientes notas de esta música alegre, juvenil y pícara que bajo el ritmo del dos por cuatro, ejecutaban Rosendo Mendizábal, Eduardo Arolas, Angel Villoldo y otros autodidactas que componían, sin teoría, ni conocer las partituras.



Al inicio del siglo XX, el tango deja de ser exclusivo del arrabal, para internarse poco a poco en el corazón de la ciudad. Los organitos callejeros lo difundían por los barrios y las calles.



Esencialmente porteño, el tango de la década de 1880 combinaba varios estilos musicales. En él estaría involucrada la coreografía de la milonga, el ritmo del candombe y la línea melódica emotiva y sentimental de la habanera. Pero también recibió influencia del tango andaluz, del chotis y del cuplé, a los que se agregan las payadas puebleras y las milongas criollas.



El tango en su origen es música y baile. En el siglo XX se complementa con poesía, para tener la canción del Tango.

Angel Villoldo, quien además de ser compositor es letrista , inicia la época de la canción del tango en el año 1903 con: El Choclo. Después vendrían: La morocha y el porteñito.



En este momento tenemos el ritmo del tango, el baile y la canción.

Es verdad que los compositores de música, como: Troilo, Di Sarli o Pugliese, componían temas musicales de tango, pero su objetivo era el baile. La alianza del tango, cuando no era con el baile, era con la poesía.



EL TANGO EN EUROPA :

La cultura argentina experimenta un afrancesamiento a finales del siglo XlX. Para los porteños de esos tiempos, París era sin discusión, el centro mundial de la cultura. Era la ciudad que establecía las normas culturales y también dictaba modas. Por eso el tango fue aceptado por la "gente decente" de Buenos Aires, pero sólo una vez que regresase de Europa, convertido ahora en moda avasallante.

Poco a poco, entre tropiezos y frustraciones, la exótica danza comenzó a escalar hasta las más altas capas de la sociedad. El tango provocaba la clásica excitación de lo prohibido. En 1912, el baile de moda en París era el tango argentino que se bailaba tanto o mas, que el elegante vals. Pero ahora el tango se sofisticaba, Europa y Hollywood lo acogieron, y se enamoraron de él.
Esta época dio cabida a muchos de sus mejores intérpretes y compositores, y donde brilla la figura de Carlos Gardel.



LA DÉCADA DEL 40:



En realidad, lo que se conoce como la década del 40 se inicia en 1935, cuando la nueva orquesta de Juan D´Arienzo debuta en el cabaret Chantecler. Era un ritmo diferente, opuesto totalmente a la ejecución monótona de las orquestas de ese tiempo.


En este período que cubre desde 1935 hasta 1960, año en el que el tango comienza a languidecer; la realización de músicos, cantantes, compositores y poetas fue extraordinaria. Es el momento de las grandes orquestas típicas que se presentan en los escenarios porteños, en los clubes de barrio, en los salones del centro, en el cine, en el teatro y en las confiterías.



Sin duda alguna, este tiempo fue el mas importante, especialmente en la creación musical y poética de lo interpretativo y en la ejecución. Y tal es su vigencia que hoy, a poco de alcanzar el tercer milenio, continuamos escuchando todo ese legado que nos dejaran aquellos grandes, con el mismo respeto y la misma emoción con que se recibe algo que no volverá a jamás a repetirse.





Astor Piazzolla.



En 1955, cuando el destino del tango parece definido, aparece la Herejía: Astor Piazzolla.



Con Piazzolla, el tango se vuelve música para escucharse, sin lirismo y sin baile.

El Neotango iniciado por A. P. no mantiene un ritmo fijo todo el tiempo, es mera sonoridad, es un remedo del Jazz.

Se rompe la alianza entre la música, el baile y la poesía. Ahora el tango se escucha en salas de concierto, y pierde su auténtica identidad con el pueblo sencillo de los arrabales.

¡ Que irónico ! . Nace el tango con la influencia de los ritmos de los negros africanos. Y muere el tango con la influencia de los negros de Norteamérica.



Piazzolla es rengo, apoya fuerte su pierna izquierda maltrecha y toca el bandoneón de pié, y navega por el tango clásico. Conoce los arreglos de Troilo y De Caro. Pero los traiciona buscando nuevos derroteros. Rompe con la tradición y destruye la posibilidad de la evolución del tango como ritmo para baile.

Durante un tiempo en su estancia en Europa, renuncia al tango, deja a un lado el bandoneón y toma el piano. Se inclina ahora por la música clásica.

Ojalá así se hubiese quedado. Nos habría hecho un gran favor. Pero Nadia Boulanger, maestra de Leonard Bernstein y condicípula de Ravel lo convence de retomar el tango.



Con ello nos vemos ahora obligados a ser espectadores pasivos, y dejar morir el baile.



Pero quienes bailamos el tango aún tenemos una opción. Dar la espalda a este invento del Neotango y refugiarnos en la música clásica de Troilo, Flirpo, D 'Arienzo y De caro.



Porque el verdadero tango, el tango de la época de oro, se escucha, se canta y se baila. Y como invaluable expresión artística, desentraña la inextricable condición humana, revelando el auténtico espíritu porteño.

Quizás debido a esta verdad, vive en los barrios de Buenos Aires y en las academias de Japón, en las calles de París, en los centros culturales Neoyorquinos, y por supuesto, en el Rincón del tango de Monterrey.





Una breve historia del tango. Pero quien mejor para explicar esta música y danza del sur del continente, que uno de sus mas preclaros compositores, : Enrique Santos Discépolo, que al compás de la Música de Ángel Villoldo, en el año de 1947, nos regala con el Tango:



" El choclo "



Con este tango que es burlón y compadrito

se ató dos alas la ambición de mi suburbio;

con este tango nació el tango, y como un grito

salió del sórdido barrial buscando el cielo;

conjuro extraño de un amor hecho cadencia

que abrió caminos sin más ley que la esperanza,

mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia

llorando en la inocencia, de un ritmo juguetón.

jueves, 6 de mayo de 2010

Amar tu cuerpo..., Mario Chiappetta

Amar tu cuerpo
es renacer de las cenizas.
Amar tu espíritu
es volar con el viento.

La efímera caricia,
la transpiración
el sutil equilibrio,
el delirio total
de la vida y la muerte.

Tu piel,
tu boca,
la geografía y las distancias
de tu cuerpo
en mi recuerdo entrelazados.

Olvidar el pasado
vivir el presente
compartir las pequeñas cosas
escribir para ti
desnudar mi alma.

Mirar el camino
abrir la puerta
recordar tus valles y colinas
trajinar contra el tiempo
surcar tus pechos
beber tu agua.

Encender tus ojos
de alegría
relatar intrigas cotidianas
encontrarte en el desvarío
de las horas.

Sentir el fuego
de tu piel
gritar tu nombre en la noche
destruir las barreras
que nos separan.

Nos evadimos
del mundo
con este amor
simple y sencillo
como este bello día.

La luna, Jaime Sabines

Espero curarme de ti, Jaime Sabines

Me Dueles , Jaime Sabines

Los Amorosos, Jaime Sabines

Me doy cuenta de que me faltas..., Jaime Sabines

Me doy cuenta de que me faltas
y de que te busco entre las gentes, en el ruido,
pero todo es inútil.
Cuando me quedo solo
me quedo más solo
solo por todas partes y por ti y por mí.
No hago sino esperar.
Esperar todo el día hasta que no llegas.
Hasta que me duermo
y no estás y no has llegado
y me quedo dormido
y terriblemente cansado
preguntando.
Amor, todos los días.
Aquí a mi lado, junto a mí, haces falta.
Puedes empezar a leer esto
y cuando llegues aquí empezar de nuevo.
Cierra estas palabras como un círculo,
como un aro, échalo a rodar, enciéndelo.
Estas cosas giran en torno a mí igual que moscas,
en mi garganta como moscas en un frasco.
Yo estoy arruinado.
Estoy arruinado de mis huesos,
todo es pesadumbre.

Me tienes en tus manos..., Jaime Sabines

Me tienes en tus manos
y me lees lo mismo que un libro.
Sabes lo que yo ignoro
y me dices las cosas que no me digo.
Me aprendo en ti más que en mi mismo.
Eres como un milagro de todas horas,
como un dolor sin sitio.
Si no fueras mujer fueras mi amigo.
A veces quiero hablarte de mujeres
que a un lado tuyo persigo.
Eres como el perdón
y yo soy como tu hijo.
¿Qué buenos ojos tienes cuando estás conmigo?
¡Qué distante te haces y qué ausente
cuando a la soledad te sacrifico!
Dulce como tu nombre, como un higo,
me esperas en tu amor hasta que arribo.
Tú eres como mi casa,
eres como mi muerte, amor mío.

Sólo en sueños..., Jaime Sabines

Sólo en sueños,
sólo en el otro mundo del sueño te consigo,
a ciertas horas, cuando cierro puertas
detrás de mí.
¡Con qué desprecio he visto a los que sueñan,
y ahora estoy preso en su sortilegio,
atrapado en su red!
¡Con qué morboso deleite te introduzco
en la casa abandonada, y te amo mil veces
de la misma manera distinta!
Esos sitios que tú y yo conocemos
nos esperan todas las noches
como una vieja cama
y hay cosas en lo oscuro que nos sonríen.
Me gusta decirte lo de siempre
y mis manos adoran tu pelo
y te estrecho, poco a poco, hasta mi sangre.
Pequeña y dulce, te abrazas a mi abrazo,
y con mi mano en tu boca, te busco y te busco.
A veces lo recuerdo. A veces
sólo el cuerpo cansado me lo dice.
Al duro amanecer estás desvaneciéndote
y entre mis brazos sólo queda tu sombra.

Yo no lo sé de cierto, pero supongo.... Jaime Sabines

Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre
un día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos,
solos sobre la tierra se penetran,
se van matando el uno al otro.

Todo se hace en silencio. Como
se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.
Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.
(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)

Te quiero porque tienes...., Jamie Sabines

Te quiero porque tienes
las partes de la mujer en el lugar preciso
y estás completa.
No te falta ni un pétalo,
ni un olor, ni una sombra.

Colocada en tu alma,
dispuesta a ser rocío en la yerba del mundo,
leche de luna en las oscuras hojas.
Quizás me ves,
tal vez, acaso un día,
en una lámpara apagada,
en un rincón del cuarto donde duermes,
soy la mancha, un punto en la pared,
alguna raya que tus ojos, sin ti,
se quedan viendo.

Quizás me reconoces
como una hora antigua
cuando a solas preguntas, te interrogas
con el cuerpo cerrado y sin respuesta.

Soy una cicatriz que ya no existe,
un beso ya lavado por el tiempo,
un amor y otro amor que ya enterraste.
Pero estás en mis manos y me tienes
y en tus manos estoy, brasa, ceniza,
para secar tus lágrimas que lloro.

¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras
me dirás que te amo? Esto es urgente
porque la eternidad se nos acaba.
Recoge mi cabeza. Guarda el brazo
con que amé tu cintura. No me dejes
en medio de tu sangre en esa toalla.

Tu cuerpo está a mi lado..., Jaime Sabines

Tu cuerpo está a mi lado
fácil, dulce, callado.
Tu cabeza en mi pecho se arrepiente
con los ojos cerrados
y yo te miro y fumo
y acaricio tu pelo enamorado.
Esta mortal ternura con que callo
te está abrazando a ti mientras yo tengo
inmóviles mis brazos.
Miro mi cuerpo, el muslo
en que descansa tu cansancio,
tu blando seno oculto y apretado
y el bajo y suave respirar de tu vientre
sin mis labios.
Te digo a media voz
cosas que invento a cada rato
y me pongo de veras triste y solo
y te beso como si fueras tu retrato.
Tú, sin hablar, me miras
y te aprietas a mí y haces tu llanto
sin lágrimas, sin ojos, sin espanto.
Y yo vuelvo a fumar, mientras las cosas

Tú tienes lo que busco, lo que deseo, lo que amo..., Jaime Sabines

Tú tienes lo que busco, lo que deseo, lo que amo,
tú lo tienes.
El puño de mi corazón está golpeando, llamando.
Te agradezco a los cuentos,
doy gracias a tu madre y a tu padre,
y a la muerte que no te ha visto.
Te agradezco al aire.
Eres esbelta como el trigo,
frágil como la línea de tu cuerpo.
Nunca he amado a una mujer delgada
pero tú has enamorado mis manos,
ataste mi deseo,
cogiste mis ojos como dos peces.
Por eso estoy a tu puerta, esperando.

Tu nombre, Jaime Sabines

Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.
Trato de escribir que te amo.
Trato de decir a oscuras todo esto.
No quiero que nadie se entere,
que nadie me mire a las tres de la mañana
paseando de un lado a otro de la estancia,
loco, lleno de ti, enamorado.
Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote.
Digo tu nombre con todo el silencio de la noche,
lo grita mi corazón amordazado.
Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,
lo digo incansablemente,
y estoy seguro que habrá de amanecer.

Jaime Sabines, Biografía


Jaime Sabines
(1926-1999)

Jaime Sabines, uno de los más grandes poemas mejicanos, nació en Tuxtla-Gutiérrez, estado de Chiapas, el 25 de marzo de 1926. Era el tercer hijo del Mayor Jaime Sabines y de Dª Luz. Su padre, el Mayor Sabines, aunque nacido en el Estado de Tabasco era de ascendencia libanesa y se había criado en el Líbano. De mayor emigró a Cuba y de allí pasó a Chiapas, donde adquirió un pequeño rancho, se casó y nacieron sus hijos. Más tarde vendió sus posesiones y se trasladaron a Ciudad de Méjico donde Jaime Sabines acabó la enseñanza primaria.

Apenas iniciada la secundaria, la familia regresa de nuevo a Chiapas, en concreto a Tapachula, donde hace el primer año de secundaria, para regresar de nuevo a Tuxtla Gutiérrez, donde continúa su preparación llevando una vida normal para un niño de su época. Sabines confiesa haber tenido una infancia tranquila y feliz, en permanente contacto con la naturaleza y al amparo de una familia muy unida.

El joven Sabines, alentado por el padre y con un concepto un tanto romántico de la vida, se va a la capital a estudiar medicina, pero abandona al tercer año convencido de no servir para la profesión y decide estudiar Lengua y Literatura Españolas, licenciándose en esta disciplina en 1949. Más tarde realizaría estudios de postgrado en la Universidad Autónoma de Méjico. Durante un tiempo reside en la Ciudad de Méjico, donde construye sus dos primeros poemarios, "Horal" (1950) y "La señal" (1951), pero en 1952 regresa a Chiapas para dedicarse a una actividad comercial totalmente alejada de sus aspiraciones literarias. Su oficio de tendero no le impide, sin embargo, seguir escribiendo algo en sus ratos libres, esfuerzo que plasma en su libro "Adán y Eva" (1952).

En 1953 contrae matrimonio con su novia de toda la vida, Josefa "Chepita" Rodríguez Zebadúa con la que tendrá cuatro hijos. Es por entonces cuando retoma la pluma con devoción para escribir la que será una de sus obras fundamentales y más conocidas, "Tarumba" (1956).

En 1959 regresa a la metrópoli para regentar un negocio de alimento para animales y seguir escribiendo. Ese mismo año recibe el premio Chiapas que le otorga su estado natal en reconocimiento a su creación poética. Ya por entonces trabaja en la elaboración de dos obras que publicará poco después: "Diario semanario y poemas en prosa" (1961) y "Poemas sueltos" (1962).

En 1964 obtiene una beca del Centro Mejicano de Escritores y al año siguiente forma parte del jurado del premio Casa de las Américas. Sabines ya es por entonces, aunque no muy prolífico, un escritor de prestigio que encandila a mucha gente, sobre todo a los jóvenes. En lo sucesivo y de forma bastante espaciada publica "Yuria" (1967), "Maltiempo" (1972), "Algo sobre la muerte del Mayor Sabines" (1973) y "Nuevo recuento de poemas" (1977).

En 1972 obtiene el premio Xavier Villaurrutia y a partir de 1976 hace una incursión en la política nacional, resultando elegido diputado federal por Chiapas, escaño que volvería a alcanzar en 1988 por el Distrito Federal. En 1982 obtiene el premio Elías Sourasky y en 1983 el premio Nacional de las Letras.

En el año 1989, Joan Manuel Serrat basó una de las canciones de su "Material sensible ("La lluna") en el poema original de Jaime Sabines titulado “La luna”:


La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y tambien alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.

Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y a las clínicas.

Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.

Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.

Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

En el año 1995 se publicó al inglés, en versión de W.S. Merwin, una recopilación de sus poemas bajo el título "Pieces of shadow: selected poems of Jaime Sabines".

Los últimos años de su vida fueron un calvario físico para el poeta, postrado en una silla de ruedas a causa de las múltiples operaciones sufridas en una pierna. En 1996, en Guadalajara, Sabines mantiene una dura pugna dialéctica e ideológica con algunos de sus amigos de toda la vida como Oscar Oliva, Eraclio Zepeda y Juan Bañuelos a los que acusa de ser manejados por líderes políticos que apoyaban al Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el conflicto armado de Chiapas, teniendo que sufrir a su vez, duras críticas de muchos detractores por su alineamiento con el partido gobernante PRI. Al final de su vida, es cuando toma conciencia de su papel intelectual y rompe con su anterior actividad política.

Su salud se deteriora progresivamente por la acción de un cáncer y fallece el 19 de marzo de 1999, a la edad de 72 años, en su casa ubicada en el Distrito Federal. Sus restos, por decisión propia y renunciando explícitamente a todo tipo de homenaje, descansan en la cripta familiar del Panteón Jardín de la Ciudad de Méjico.

Jaime Sabines es autor de una obra muy personal y nada artificiosa. Con un lenguaje coloquial, a veces irónico, se ha mostrado atento a la vida cotidiana, a la angustia, a la soledad y al dolor impuestos por su propia condición y por la vorágine que supone la forma de vida contemporánea. Sabines alza la voz para enviar un discurso profundo, áspero a veces, tierno y desolado otras. Un canto desesperado a la naturaleza, al fulgor del erotismo, a los grandes temas que nos preocupan como son el amor, la soledad y la muerte. También refleja la preocupación por una sociedad en crisis con unos seres incapaces de adaptarse a una realidad burguesa completamente hostil e insolidaria.

Sabines es el poeta de la realidad. Su poesía nace de la práctica cotidiana de la vida, de su relación cercana con lo inmediato, y es emotiva, vivencial y de fácil comprensión. De él escribió la revista mejicana "Poesía en movimiento", editada por Octavio Paz y José Emilio Pacheco:
"La poesía coloquial, vertida en lenguaje de todos los días, suspendida por una emoción amparada en el temor, encuentra en Sabines un convencido partidario. Al escepticismo descarnado aúna el horror de la muerte; al disfrute de ciertos momentos, opone la conciencia de la destrucción, y sosiega el brote de la esperanza con la imagen de la corrupción de la carne. Con tales elementos, ahogados en una angustia que de pronto puede resolverse en frases imprevistas, ha escrito páginas que sobresalen por la peculiar emoción con que han sido concebidas. De su palabra surge un mundo en descomposición hacia el cual tiende la mano para comprobar cómo el hombre desde que nace es un símbolo de lo que pronto acaba."

Quizás me ves,
tal vez, acaso un día,
en una lámpara apagada,
en un rincón del cuarto donde duermes,
soy la mancha, un punto en la pared, alguna raya
que tus ojos, sin ti, se quedan viendo.

Quizás me reconoces
como una hora antigua
cuando a solas preguntas, te interrogas
con el cuerpo cerrado y sin respuesta.

Soy una cicatriz que ya no existe,
un beso ya lavado por el tiempo,
un amor y otro amor que ya enterraste.

Pero estás en mis manos y me tienes
y en tus manos estoy, brasa, ceniza,
para secar tus lágrimas que lloro...

lunes, 3 de mayo de 2010

Soy tu cántaro..., Mario Chiappetta

Soy tu cántaro
de agua mansa y cristalina
donde vienes a saciar tu sed
y olvidar tus penas.

Soy tu lugar
de reflexión, duda, dicha,
angustia, temor, esperanza,
donde la mano tendida
siempre estará.

Soy el rincón
de las cosas simples
y triviales,
aquellas de todos los días
donde la vida
adquiere realmente sentido.

Soy tu delirio
y el mío,
juntos,
donde por las noches
sale el sol
y por el día
la luna y las estrellas.

Soy la lluvia
que cae en tu tierra,
incesantemente,
sin cansancio,
buscando tu corazón.

Escuchame entre el ruido , Moris

Ayer nomás. Moris

De nada sirve, Moris

Moris, Biografía


Moris es un conocido músico de rock de origen argentino, famoso por haber sido uno de los precursores de lo que allí llaman “Rock nacional”.

Mauricio Birabent nació el 19 de Noviembre de 1942, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, donde pasó toda su infancia y adolescencia.

Cuando estalló la fiebre del rock allá por los ‘60s, Moris tuvo la idea de formar su propia banda y probar suerte con el que había sido su sueño de toda la vida.

Fundó el conjuno “Los Beatniks” con el que grabó lo que muchos conocedores consideran como el primer single de rock argentino: “Rebelde”.

Luego, durante tres años junto a su banda se pasó el tiempo componiendo canciones para añadir a su repertorio y poder tocar más y más en diversos locales de la Capital Federal.

Finalmente en 1970 tuvo la posibilidad de grabar algunas de estas canciones en el LP “Treinta Minutos de Vida”, en el cual podemos destacar sin duda alguna “El Oso” y “De Nada Sirve”.

Para este momento su popularidad ya era mucho más que elevada, puesto que sus temas estaban golpeando muy fuerte a la juventud protestante argentina.

En 1973 lanzó a las calles “Ciudad de Guitarras Callejeras” con un marcado estilo tanguero. Junto a él tocaron Litto Nebbia y Ciro Fogliatta, en temas como “El Mendigo de Dock Sud” y “Mi Querido Amigo Pipo”.

La difícil situación que estaba por vivir la Argentina lo obligó a emigrar a España, puesto que durante la última dictadura militar persiguió mucho a los pensadores y artistas en general.

Una vez en la península ibérica continuó con su carrera de músico, demostrando que el rock podía ser cantado en español sin ningún tipo de dramas. Su versión de “Blue Suede Shoes” sentó las bases para muchas bandas que a partir de ese momento surgieron de la nada.

Los españoles lo tienen en gran estima, puesto que su aporte fue muy grande, a pesar de haber regresado a la Argentina luego de 1980, tiempo por el cual fue a presentar su disco “Fiebre de Vivir” que había lanzado en 1978.

También en España fue que grabó un disco que se llamó “Moris y Amigos” que finalmente no fue editado en la República Argentina. En el mismo lo acompañaron Ciro Fogliatta, Rafael Folki y Tony García.

Ya en 1989 ingresó a su banda su mismo hijo, Antonio Birabent, quien junto a Marcelo Ferraro tocaba la guitarra. El resto de la formación la componían Ricardo Martínez en la batería, Alejandro Schanzenbach en el bajo y Juan Raffo en el teclado.

Recién en 1995 se editó su tercer disco en Argentina, a pesar de haber estado tocando por más de 30 años. Este se llamó “Sur y Después” y trajo de vuelta a la vida a todos aquellos jóvenes que comenzaban a despertar sus mentes en los ‘60s y ‘70s, dejando de lado las producciones de “El Club del Clan”.

Su última producción fue lanzada en el 2005 con el nombre de “Cintas Secretas” y está compuesto de canciones que marcaron historia, todas grabadas en vivo. Moris mismo comentó que lo único que se hizo fue digitalizarlas, pues toda la magia y la fuerza de las mismas están puestas en la forma de tocarlas.