lunes, 17 de mayo de 2010

Síntesis de la historia del Tango, Raúl Cadena Cepeda


Noviembre 2,006



El Tango nace Música, se transforma en movimiento, y culmina en canto y poesía.



“Fiesta y baile de negros, y de gente del pueblo en América”, así lo define la Real academia de la lengua Española del año 1803.



Debieron pasar 100 años para que el diccionario mencionara al tango como: “Baile argentino de pareja enlazada. Forma musical binaria y compás de dos por cuatro, difundido internacionalmente”.



La realidad es que los orígenes de este baile, se remontan al vocablo de las lenguas africanas que acompañaron a los esclavos al Río de la Plata, y cuyo significado es: “Lugar cerrado”,



El lugar de reunión de los esclavos, tanto en África como en América, era llamado Tango.

Y así nombró Buenos Aires a las casas en los suburbios donde, a comienzos del siglo XIX, los negros se reunían para bailar y olvidar temporalmente su condición de miserables.



“TANGO: “ Del bajo fondo nacen tus voces amuradas del destino. Si tu cuna fue un burdel, si venís de la milonga y la habanera, También fuiste creado por el dios del arrabal, y saliste desde aquí, para el mundo conquistar. “



Mezcla de códigos cerrados y esotérico lenguaje, el tango germina en arrabales, en conventillos y salones.



En 1880 convivían dos tipos de tango. Uno de ellos producto del tango andaluz. Y el otro, de la milonga. También había un tango con influencia habaneril. Y por último, una especie musical de origen africano: "El tango de los negros".



De esa suerte de bruma primigenia, surgen envueltos los orígenes musicales de este baile, que sobrevive al tiempo, por la milonga, transitando sucesivos cambios de ritmo (6 X 8 al 3 X 4 y luego 6 X 8 al 2 X 4). Eso le da su base y sentido musical.



La milonga se transforma en la década de 1880. Adquiere coreografía, y comienza a llamarse tango.

Se inicia así la primera época que va, desde 1880 hasta inicios del siglo pasado. Es ésta en verdad la etapa de los auténticos precursores, los que abren la puerta grande a los creadores de la GUARDIA VIEJA, que en las dos primeras décadas del siglo XX, no sólo impondrían una nueva modalidad de música y danza, sino que además la divulgarían por el mundo entero.

Y aunque apenas queden rastros de su talento precursor, cabe recordar que los forjadores, los "inventores" de esa música fascinante de ritmo pegadizo y bravío fueron en su mayoría, hombres de extracción obrera.


A finales del siglo XlX, en los bares y cabarets de la calle Necochea de La Boca, empezaba a escucharse las incipientes notas de esta música alegre, juvenil y pícara que bajo el ritmo del dos por cuatro, ejecutaban Rosendo Mendizábal, Eduardo Arolas, Angel Villoldo y otros autodidactas que componían, sin teoría, ni conocer las partituras.



Al inicio del siglo XX, el tango deja de ser exclusivo del arrabal, para internarse poco a poco en el corazón de la ciudad. Los organitos callejeros lo difundían por los barrios y las calles.



Esencialmente porteño, el tango de la década de 1880 combinaba varios estilos musicales. En él estaría involucrada la coreografía de la milonga, el ritmo del candombe y la línea melódica emotiva y sentimental de la habanera. Pero también recibió influencia del tango andaluz, del chotis y del cuplé, a los que se agregan las payadas puebleras y las milongas criollas.



El tango en su origen es música y baile. En el siglo XX se complementa con poesía, para tener la canción del Tango.

Angel Villoldo, quien además de ser compositor es letrista , inicia la época de la canción del tango en el año 1903 con: El Choclo. Después vendrían: La morocha y el porteñito.



En este momento tenemos el ritmo del tango, el baile y la canción.

Es verdad que los compositores de música, como: Troilo, Di Sarli o Pugliese, componían temas musicales de tango, pero su objetivo era el baile. La alianza del tango, cuando no era con el baile, era con la poesía.



EL TANGO EN EUROPA :

La cultura argentina experimenta un afrancesamiento a finales del siglo XlX. Para los porteños de esos tiempos, París era sin discusión, el centro mundial de la cultura. Era la ciudad que establecía las normas culturales y también dictaba modas. Por eso el tango fue aceptado por la "gente decente" de Buenos Aires, pero sólo una vez que regresase de Europa, convertido ahora en moda avasallante.

Poco a poco, entre tropiezos y frustraciones, la exótica danza comenzó a escalar hasta las más altas capas de la sociedad. El tango provocaba la clásica excitación de lo prohibido. En 1912, el baile de moda en París era el tango argentino que se bailaba tanto o mas, que el elegante vals. Pero ahora el tango se sofisticaba, Europa y Hollywood lo acogieron, y se enamoraron de él.
Esta época dio cabida a muchos de sus mejores intérpretes y compositores, y donde brilla la figura de Carlos Gardel.



LA DÉCADA DEL 40:



En realidad, lo que se conoce como la década del 40 se inicia en 1935, cuando la nueva orquesta de Juan D´Arienzo debuta en el cabaret Chantecler. Era un ritmo diferente, opuesto totalmente a la ejecución monótona de las orquestas de ese tiempo.


En este período que cubre desde 1935 hasta 1960, año en el que el tango comienza a languidecer; la realización de músicos, cantantes, compositores y poetas fue extraordinaria. Es el momento de las grandes orquestas típicas que se presentan en los escenarios porteños, en los clubes de barrio, en los salones del centro, en el cine, en el teatro y en las confiterías.



Sin duda alguna, este tiempo fue el mas importante, especialmente en la creación musical y poética de lo interpretativo y en la ejecución. Y tal es su vigencia que hoy, a poco de alcanzar el tercer milenio, continuamos escuchando todo ese legado que nos dejaran aquellos grandes, con el mismo respeto y la misma emoción con que se recibe algo que no volverá a jamás a repetirse.





Astor Piazzolla.



En 1955, cuando el destino del tango parece definido, aparece la Herejía: Astor Piazzolla.



Con Piazzolla, el tango se vuelve música para escucharse, sin lirismo y sin baile.

El Neotango iniciado por A. P. no mantiene un ritmo fijo todo el tiempo, es mera sonoridad, es un remedo del Jazz.

Se rompe la alianza entre la música, el baile y la poesía. Ahora el tango se escucha en salas de concierto, y pierde su auténtica identidad con el pueblo sencillo de los arrabales.

¡ Que irónico ! . Nace el tango con la influencia de los ritmos de los negros africanos. Y muere el tango con la influencia de los negros de Norteamérica.



Piazzolla es rengo, apoya fuerte su pierna izquierda maltrecha y toca el bandoneón de pié, y navega por el tango clásico. Conoce los arreglos de Troilo y De Caro. Pero los traiciona buscando nuevos derroteros. Rompe con la tradición y destruye la posibilidad de la evolución del tango como ritmo para baile.

Durante un tiempo en su estancia en Europa, renuncia al tango, deja a un lado el bandoneón y toma el piano. Se inclina ahora por la música clásica.

Ojalá así se hubiese quedado. Nos habría hecho un gran favor. Pero Nadia Boulanger, maestra de Leonard Bernstein y condicípula de Ravel lo convence de retomar el tango.



Con ello nos vemos ahora obligados a ser espectadores pasivos, y dejar morir el baile.



Pero quienes bailamos el tango aún tenemos una opción. Dar la espalda a este invento del Neotango y refugiarnos en la música clásica de Troilo, Flirpo, D 'Arienzo y De caro.



Porque el verdadero tango, el tango de la época de oro, se escucha, se canta y se baila. Y como invaluable expresión artística, desentraña la inextricable condición humana, revelando el auténtico espíritu porteño.

Quizás debido a esta verdad, vive en los barrios de Buenos Aires y en las academias de Japón, en las calles de París, en los centros culturales Neoyorquinos, y por supuesto, en el Rincón del tango de Monterrey.





Una breve historia del tango. Pero quien mejor para explicar esta música y danza del sur del continente, que uno de sus mas preclaros compositores, : Enrique Santos Discépolo, que al compás de la Música de Ángel Villoldo, en el año de 1947, nos regala con el Tango:



" El choclo "



Con este tango que es burlón y compadrito

se ató dos alas la ambición de mi suburbio;

con este tango nació el tango, y como un grito

salió del sórdido barrial buscando el cielo;

conjuro extraño de un amor hecho cadencia

que abrió caminos sin más ley que la esperanza,

mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia

llorando en la inocencia, de un ritmo juguetón.

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