Demostró un interés precoz por la actividad editorial, que definía como "un auténtico rincón de poesía", y durante toda su vida se comportó como un artista-artesano que no sólo componía sino que también imprimía sus propias obras. Fundó en 1923 su primera revista poética, Ambos, en colaboración con José María Hinojosa y José María Souvirón. En 1925 se dio a conocer en los círculos literarios de Madrid, que frecuentó con José Bergamín, Federico García Lorca (al que había conocido en Málaga años atrás) y Rafael Alberti. A partir de 1926 fue fundador y codirigió con Emilio Prados la revista Litoral y, en solitario, editó los cuadernos literarios Poesía, en Málaga y París.
En 1932 se casó con la escritora Concha Méndez. Entre 1933 y 1935 el matrimonio se instaló en Londres, donde continuaron editando libros y crearon la revista bilingüe hispano-inglesa 1616, título que eligieron en recuerdo del año de la muerte de Cervantes y de Shakespeare. En 1935 Altolaguirre regresó a España y editó una nueva revista, Caballo Verde para la Poesía, revista abanderada de la llamada "poesía humana", que fue dirigida por Pablo Neruda entre 1935 y 1936. En éste último año creó Altolaguirre una colección poética El Héroe que dio cabida a los libros de algunos de sus compañeros de generación. También se dedicó a diversas actividades teatrales, como la dirección escénica de Mariana Pineda, de García Lorca, que estrenó durante el Congreso Internacional de Escritores Antifascistas.
Durante la Guerra Civil tomó partido por el bando republicano, de resultas de lo cual, acabada la contienda fratricida, se vio forzado a exiliarse. En febrero de 1939 abandonó España y, después de su paso por un campo de concentración francés donde sufrió una crisis nerviosa, se trasladó junto con su mujer y su hija primero a Cuba y después a México, lugares en los que transcurrirá todo su exilio.
Las islas invitadas y otros poemas, de 1926, su primera antología, varias veces reeditada, muestra una predilección por los temas naturalistas, aunque reinterpretados como restos de un mítico y sensual paraíso terrenal. En su libro siguiente, Ejemplo (1927), se percibe la influencia por la poética surrealista y es en sus antologías posteriores donde su vena introspectiva se potencia: Soledades juntas (1931), La lenta libertad (1936), Nube temporal (1939) y Fin de un amor (1949).
Tras su ruptura matrimonial con Concha Méndez, inicia su idilio con María Luisa Gómez Mena. Edita Poemas de las islas invitadas como primer suplemento de la revista Litoral, en cuya breve resurrección mexicana participa junto a Emilio Prados, José Moreno Villa, Juan Rejano y Francisco Giner de los Ríos. Funda con María Luisa Gómez Mena la Editorial Isla que combina la publicación de obras de autores clásicos con libros de autores contemporáneos como Bergamín, Moreno Villa, Unamuno o el mexicano Elías Nandino.
Durante su prolongado exilio, primero en Cuba y luego en México, siguió con sus actividades de impresor y editor, publicó una colección de poetas clásicos españoles con el título de La Verónica, y se interesó por el cine: escribió el guión y produjo la película Subida al cielo (1951) dirigida por Luis Buñuel, y realizó una versión fílmica de El cantar de los cantares. Como autor teatral publicó Entre dos públicos (1934). Asimismo, escribió una biografía de Garcilaso de la Vega, tradujo de A. Pushkin y P.B. Shelley y recopiló y publicó una Antología de la poesía romántica española (1932) ensayo sobre el Presente de la lírica mejicana (1946), y dejó una novela inconclusa, El caballo griego, publicada parcialmente en Papeles de Son Armadans en 1958.
Manuel Altolaguirre fue miembro de la Generación del 27. Influido por Vicente Aleixandre, Pedro Salinas, Juan Ramón Jiménez o Garcilaso de la Vega, de quien escribió una biografía, destaca por su poesía de aspecto refinado, sensible y espiritual.
Altolaguirre murió en Burgos el 26 de julio de 1959 tras sufrir un accidente de coche. Tenía 54 años.
En 1960 se publicaron, póstumamente, en México sus Poesías, que comprendían textos inéditos o publicados de modo disperso en diversas revistas literarias. A partir de 1982 empezó a aparecer la edición española de su obra completa, que confirma que, aunque de modo fragmentario, no puede separarse su maduración poética de su biografía cronológica.
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